Panorámica del litoral de Foz(Lugo), una de las localidades de A Mariña que experimenta un mayor crecimiento
Panorámica del litoral de Foz(Lugo), una de las localidades de A Mariña que experimenta un mayor crecimiento - MIGUEL MUÑIZ

La compraventa de vivienda en la costa remonta el vuelo

Los promotores se apoyan en precios aún a la baja, gracias al parque de residencias vacías que dejó la crisis

Las Rías Baixas sigue siendo la zona más cotizada, mientras que la Mariña lucense consagra su propio tirón

Santiago Actualizado: Guardar
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La costa gallega se había acostumbrado, desde principios de siglo, a acoplar los cartelones de las grandes promociones inmobiliarias a su paisaje autóctono, a su turismo incipiente y a su nueva construcción. Solo dejó de llamar la atención cuando muchos desaparecieron, allá con la desbocada tormenta económica –año 2007 y 2008— que dejó al sector tiritando. Pero ahora vuelven. Regresan los anuncios y los agentes constatan que el ritmo de la compraventa se acelera en Galicia, donde los precios todavía son bajos y los alquileres ligeramente rentables.

La segunda residencia, considerada casi como un atributo de la clase media-alta, se relanza a rebufo del «stock» que dejó la crisis. Los primeros síntomas de recuperación se vislumbraron en el 2014, cuando el parque de vivienda nueva sin propietario se redujo un 8,34% en Galicia, según el último informe del Ministerio de Fomento.

Hoy, en la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), estiman que el stock actual se sitúa por debajo de las 23.000 residencias.

«Hay un repunte muy grande», corrobora su presidente, Benito Iglesias, en conversación con ABC. «Sobre todo en vivienda vacacional; eso ha provocado que haya menos oferta y un incremento de los precios. Creo que va a ser un verano bueno para el mercado, recuperaremos el nivel del 2008», relata. En un gran número de casos se sigue la misma ecuación: turismo, más recuperación de poder adquisitivo, igual a compra. La rueda gira y algunos aprovechan la oportunidad de adquirir una vivienda a precios bajos para después ponerla en alquiler; con la expectativa de que la rentabilidad se incremente. Iglesias explica que en los lugares donde el crecimiento del turismo es inapelable, la venta coge otra vez vuelo: «Entonces viene gente como antes de Madrid, Castilla y León, a interesarse».

Sin embargo, y como en todo, las alegrías van por barrios. O Salnés, O Morrazo y demás corazones veraniegos de las Rías Baixas lideran el relanzamiento y dejan a remolque a otras comarcas a las que les cuesta desperezarse, como la Costa da Morte, con la salvedad de Finisterre. El litoral lucense es la sorpresa. Juan Rodríguez es socio del grupo inmobiliario Os Molineros, especializado en la compraventa de viviendas turísticas en A Mariña: «Hay una ligera mejoría en los precios, la costa de Lugo cada vez tiene más tirón». Quedan, dice, promociones de apartamentos por 40.000 o 50.000 euros; y de ahí hacia lo que el cliente esté dispuesto a pagar.

Los promotores consultados no se ponen de acuerdo en si la compra de segunda residencia es una inversión refugio. Rodríguez sí lo cree, especialmente con las últimas noticias que rodean al sector financiero y la escasa rentabilidad de los ahorros.

Sin embargo, Javier Garrido, presidente de la Asociación de Promotores de Pontevedra (Aproin), se posiciona justo al contrario: «Eso coincidió con la época del bum, con bajos intereses, incertidumbre en bolsa y precios al alza». Lo que sucede ahora, añade, es que Galicia «tiene unos precios tremendamente razonables respecto a otros mercados turísticos», como puede ser el Sur o el Levante. En la provincia de Pontevedra, donde la concentración de enclaves turísticos es mayor, el precio por metro cuadrado en el primer trimestre del 2017 se estableció en los 1.176,5 euros. En pleno estallido de la burbuja, mediados de 2008, el metro llegó a alcanzar los 1.725,1 euros.

El perfil de cliente ha variado poco, a diferencia de cómo se cierran las operaciones. Los traspasos se sellan con entradas más altas que antaño, y los compradores hipotecan alrededor de la mitad de la vivienda, mientras que antes era común hacerlo al 90%. Una gran parte viene de fuera de la Comunidad, también del norte de Portugal, sin discriminar cierta concentración de compradores de Santiago y Orense, que siempre mira con buenos ojos a las Rías Baixas, comentan en Aproin.

«El día en que tengamos el AVE será la bomba. Gente de Valladolid, Palencia y Burgos que tenían la vista puesta en el Norte, ahora en dos horas y poco estarán en Galicia», razona esperanzado Juan José Yáñez, secretario general de los promotores de La Coruña (Aproinco).

Lección aprendida

Al margen de la demanda, los precios y la financiación, todos tienen grabado a fuego el recuerdo penoso de la crisis.Afuerza de haber navegado durante los años más sombríos para el sector, Juan Rodríguez cree que la forma de vender «ha cambiado mucho, no sé si para siempre».

La mejor prueba es, para Fegein, la experiencia vivida: «Lo hemos sufrido en nuestras propias carnes», subraya Benito Iglesias. «Hemos aprendido de nuestros propios errores. Ese desfase no puede volver».

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