Puig reivindica más «descentralización» para atender «el problema valenciano»

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha declarado que el Gobierno de España "no tiene voluntad de entender realmente el problema valenciano", y le ha reclamado una "descentralización" desde el Estado, así como "mayor lealtad" después de que haya llevado al Tribunal Constitucional iniciativas del Ejecutivo valenciano.

No se trata de la primera ocasión en que el dirigente autonómico esgrime el "problema valenciano", que ya expuso hace unos meses en Madrid.

Durante "Los Desayunos de EFE en el Colegio de Abogados de Valencia", Puig ha señalado además que, aparte de la cuestión catalana, existe "un problema territorial en España" por las "asimetrías profundas" que hay respecto a la financiación y las inversiones, pero que la situación de Cataluña "desdibuja" el conjunto.

En su opinión, es necesario proceder a un proceso de "descentralización" de las instituciones del Estado y que se reconozca "la España real", que no es la que creen las "élites centralistas", así como caminar hacia una España federal desde la unidad de los territorios.

"Entre el independentismo y el centralismo hay un espacio muy importante, que es el federalismo" y es como "funcionan bien" los países de nuestro entorno que tienen características semejantes", ha afirmado Puig.

Por ello, ha insistido en que el problema territorial de España no puede concentrarse solo en la relación con Cataluña, sino con el conjunto de las autonomías, y no puede haber "ningún trato de favor" hacia ninguna.

Más diálogo con Cataluña

Puig ha resaltado que "tiene que haber un diálogo con Cataluña, obviamente", porque la solución "no es no hacer nada" ni poner "ninguna alternativa sobre la mesa", estrategia que ha reprochado al Gobierno de Mariano Rajoy, porque eso ha generado "mayor desafección".

A su juicio, es necesario que "muevan ficha" tanto el Gobierno como los partidos españoles.

Ha alertado además de que "todo lo que sea erosionar" la financiación de las autonomías es "erosionar el Estado del bienestar", pues las comunidades autónomas son las que más han sufrido con la crisis y las que han tenido que "mantener a duras penas" ese Estado de bienestar.

Para el presidente, una quita de la deuda debe estar vinculada a la infrafinanciación y no plantearse de manera bilateral, sino de forma multilateral y que "desde luego" afecte a todas las comunidades autónomas.