Toni Subiela - Tribuna

Oportunidades para la igualdad

«Una mayoría de mujeres no quieren que les guarden unas plazas en una oposición o cargo por ser mujeres. Prefieren ganárselo ellas mismas»

Toni Subiela
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Los avances en materia de igualdad que ha habido en el tiempo transcurrido entre madres e hijas han sido, básicamente, gracias a la independencia que les ha proporcionado un trabajo remunerado. De esperar ocupadas en casa, a ocuparse fuera de ella e intentar compartir con su pareja lo que les incumbe por igual en el hogar.

Por desgracia, puede que menos perspectivas laborales para las nietas signifique cierto retroceso en materia de igualdad, pues cualquier tipo de dependencia del otro es mala consejera para estos menesteres. Si el país no funciona y hay menos oportunidades en general, las consecuencias son más graves para el sexo femenino en particular.

Pero, aun así, no es igual, han cambiado muchas cosas para las mujeres y los hombres en los últimos años, aunque parezca que el Gobierno del Botànic no se haya enterado todavía.

Y entre todo esto, hay una cosa por encima de todas que es más de ayer que de hoy: la discriminación, en todos sus sentidos.

Creo que una mayoría de mujeres de ahora no comparte unas medidas que puede que fueran necesarias antes, cuando las mujeres querían trabajar y no podían, pero no ahora, cuando ven que, no sin esfuerzo, han logrado una cierta posición laboral y creen que pueden dar un paso más hacia adelante.

Pienso que una mayoría de mujeres no quieren que les guarden unas plazas en una oposición o unos cargos por ser mujeres. Creo que prefieren ganárselo ellas mismas. Para garantizar la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres no debemos tutelarlas, debe haber unos procesos que garanticen unas pruebas de acceso ponderadas para ambos. Si el proceso es justo, ocuparán las plazas las mejores personas pues se lo habrán ganado por ellas mismas.

Fomentemos la tecnología, invirtamos en políticas de modernización que impulsen una industria innovadora y creativa, que dependa más de la maña que de la fuerza. Si estamos diciendo que ha sido el empleo remunerado lo que ha permitido a la mujer superar viejos fantasmas, no compliquemos a las personas emprendedoras sus proyectos, no les ahoguemos en la burocracia las ilusiones.

No digamos a las mujeres que les reservamos nada si ellas mismas lo pueden alcanzar. Hagamos políticas que contribuyan a generar empleo para que las mujeres y hombres de hoy compartan con esperanza un mismo futuro. Oportunidades para la igualdad.

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