Fortu, cantante de Obús: «Hemos tenido la oportunidad de cambiar, pero las modas no nos interesan»

El grupo madrileño actuará en acústico este domingo en la FNAC de Valencia para presentar su último álbum

VALENCIA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se nos cortó las melenas. Trocó la barra del bar por las proezas deportivas. Colgó las tachuelas para embarcarse como «superviviente» televisivo. Lo que Fructuoso Sánchez no hizo ni hará nunca es dejar la carretera ni el rock and roll. Y aquí lo tenemos, genio y figura, estrenando sello discográfico (Universal) y presentando disco como un niño con zapatos nuevos. «Fortu», uno de los próceres indiscutibles del heavy patrio, estará este domingo junto al resto de miembros de Obús firmando discos en la FNAC de Valencia, donde también ofrecerán un mini-concierto acústico. Se avecina jaleo en el centro comercial.

Después de probar suerte con diferentes discográficas a lo largo sus tres décadas de trayectoria, Obús ha visto en Universal la horma de su zapato. Con maratonianas campañas promocionales a la antigua usanza, y con un álbum recopilatorio antológico –«Siente el rock and roll»- en el que coexisten éxitos a prueba de bomba como «Va a estallar el Obús» y «Vamos muy bien», con otros cuatro de nuevo cuño que tratan de recuperar las formas y arreglos de los años ochenta.

Y es que, si el heavy es en sí un género reluctante a las nuevas tendencias, Obús es si cabe más incorruptible todavía. «Somos fieles a nuestros principios. Nosotros creamos un estilo que cualquier fan reconoce nada más escuchar los primeros acordes. Las modas son modas. Hemos tenido la oportunidad de cambiar pero nunca hemos querido –explica el cantante-. Nuestra modernización ha venido más por la parte de la producción y la puesta en escena».

Muchos pensaron que la época dorada del heavy español acabó con bandas como Barón Rojo, Muro y Obús; que en todo caso solo quedaba sitio para bandas paródicas como Gigatrón. Pero la apuesta de Universal puede interpretarse como síntoma de que el heavy patrio tiene futuro por delante. O que al menos así lo pronostica el mercado. «Nosotros somos unos sesentones, pero nuestro público recoge varias generaciones. En las primeras filas de nuestros conciertos siempre hay chavales de 18 años cantando de memoria las canciones. Creo que al seguir en activo estamos dejando una puerta abierta a las bandas jóvenes. En este país hay muy buenos músicos, y ahora tienen más medios que antes para aprender a tocar un instrumento. Nosotros siempre intentamos ayudar a los que empiezan ofreciendo el escenario cuando vamos de gira, haciendo producciones y colaboraciones para otros grupos… y de paso también aprendemos de ellos. Todavía no nos sentimos mayores».

«Estamos muy fuertes psicológica y físicamente», insiste un Fortu converso, que ya solo bebe cerveza sin alcohol y se afana cada vez más en su pasión culinaria (asegura que la fabada le sale de miedo). En su caso, lo que le abrió los ojos fue su participación en el programa de Tele 5 «Mira quien salta». «A partir de ahí todo cambió. Empecé a cuidarme, a hacer deporte, a ser más disciplinado… No fumo, no bebo, no me drogo, llevo una vida muy normalita. Y me ha venido muy bien». Y es que, ahí donde le ven, el cantante de Obús cogió con ganas la afición a los saltos, un deporte que practica con asiduidad en los acantilados almerienses próximos a su lugar de residencia. «Cuando no tengo conciertos me cojo el kayak y me voy al mar», explica con satisfacción.

«Eso de asociar el rock and roll con la mala vida, esa idea de que somos unos drogotas y unos balas, está totalmente distorsionada –defiende el músico de Vallecas, padre de tres hijas y abuelo desde hace dos meses-. Entre nuestros seguidores hay muchos políticos, banqueros, empresarios, gente de todo tipo, que eran chavales con pelos largos y ahora llevan traje pero siguen sintiendo el rock and roll. El hábito no hace al monje».

Animal televisivo

A lo que sí es adicto Fortu es a la aventura. Y un poco también a la televisión. Además de su participación en «Mira quien salta», el cantante de Obús se fue sin dudarlo a una isla hondureña como concursante de «Supervivientes 2015». Aprendió a pescar y a construir cabañas; comió larvas, termitas, tarántulas. Se lo «pasó pipa» compartiendo penurias con Carmen Lomana y Chabelita. «Otros iban a vivir el reality, pero yo iba a buscarme la vida», recuerda con nostalgia. Se metió tanto en el papel, que llegó a sugerir al equipo de producción que les retiraran el mezquino kilo de arroz que les daban cada semana para evitar muertes por inanición en prime-time. Cuando sus compañeros le oyeron decir que el arroz «les sobraba», casi le ahogan.

«Supervivientes» le cambió la vida… y también el aspecto. Fortu llegó a Barajas con el pelo frito, completamente quemado por el sol, y no quedó más remedio que pasarse la tijera. Aun despojado de sus melenas -el símbolo más universal del heavy metal-, el cantante de Obús se siente mejor que nunca. «Estoy muy cómodo y además las féminas me ven más guapo. Así que a lo mejor me quedo así para siempre. ¡Pero que conste que no me estoy quedando calvo!». Te creemos, Fortu.

Ver los comentarios