La CUP abre una brecha en Junts Pel Sí y culpa a CDC de su rechazo a los presupuestos

El «no» de la CUP a los Presupuetos de Junts Pel Sí sigue levantando ampollas y dejando un reguero de declaraciones con visos de dedo acusador. El último en sumarse a las críticas a la formación antisistema ha sido el conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Josep Rull (CDC), quien ha asegurado que le «hierve la sangre» tras escuchar que el diputado de la CUP Benet Salellas atribuíá la negativa de la CUP a que CDC se negara a modificar los impuestos de sucesiones y patrimonio y de modificar el IRPF para gravar a las rentas más altas.

Las palabras de Rull llegan después de que Salellas haya exculpado a ERC y al conseller de Economía, Oriol Junqueras, del rechazo de los antisistema a los Presupuestos de la Generalitat, un veto que justifica en la «decisión de la ejecutiva de Convergència» de no ceder en «ninguna» de las reclamaciones de la CUP.

En un vídeo colgado en Youtube, Salellas ha recordado que hubo hasta «16 reuniones con el departamento de Economía» en las que los cuperos pedían que las cuentas de la Generalitat fuesen «más sociales y con un mayor blindaje de los derechos sociales (...) con más ingresos que debían venir de la gente que tiene más, modificando el IRPF y los impuestos de Patrimonio y Sucesiones, pensando en gente con rentas altas de más de 90.000 euros anuales».

Durante las negociaciones, apunta Salellas, la CUP constató «cierta receptividad en ERC» e incluso en algunos dirigentes de Convergència, pero en la reunión de la ejecutiva de CDC del lunes pasado «los hombres fuertes de Convergència decidieron que no estaban dispuestos a ceder en ninguno de los puntos importantes para la CUP».

«Esto es lo que desencadena finalmente el voto de la CUP», ha subrayado Salellas, quien ha hurgado incluso en el grupo de Junts pel Sí y ha llegado a opinar que este tema «no ha sido un debate de 62 (diputados) contra 10 (los de la CUP)» porque dentro de la coalición independentista hay voces favorables a cambios tributarios, y se ha referido en este sentido no sólo a ERC, sino también a los independientes del grupo del Govern. «Hay conflictos y debates dentro de JxSí, que no tiene capacidad para resolverlos internamente», ha remarcado el diputado de la CUP, que en todo caso cree que el proyecto de Presupuestos no eran precisamente un «embestida hacia el Estado».

Por su parte, Rull ha remarcado que participó en las negociaciones con la CUP y que «es mucho más simple: los pactos se cumplen o no». Rull ha asegurado que la CUP tenía suscrito un acuerdo en el que garantizaba la estabilidad del Govern y no votar junto a las fuerzas contrarias al proceso soberanista en votaciones estratégicas, y que los Presupuestos «forman parte de este paquete de estabilidad».

Ha acusado a la CUP de ir «desde el momento cero» incumpliendo el acuerdo y haciendo perder votaciones al Govern en el Parlament, y ha afirmado que para ir hacia la independencia no se puede estar constantemente a los pies de los caballos. Ha subrayado que el más beneficiado por el veto a los Presupuestos es el Ministerio de Hacienda y que la negativa de la CUP ha sido «una gran noticia para los que no son independentistas».