La representación de «Written On Skin» en formato concierto
La representación de «Written On Skin» en formato concierto - TVC

La ópera del siglo XXI

El Liceu acogió el miércoles el estreno en España de «Writen On Skin» de George Benjamin

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Bienvenidos a la ópera del siglo XXI. A pesar de que ha sido una verdadera pena conocer la ópera de George Benjamin «Written on Skin» en concierto y sin su vertiente escénica, esta potente pieza de teatro musical fue muy bien acogida por un Liceu respetuoso y atento, con casi un 70 por cien de su aforo.

Saludada como auténtica obra maestra de este siglo, «Written on Skin» se estrenó en el Festival de Aix-en-Provence (Francia) en 2012 y ya ha viajado a París, Nueva York, Ámsterdam o Londres. Su éxito ha llevado a la Royal Opera londinense a encargarle a su autor una nueva ópera que se estrenará en 2018.

El libreto de Martin Crimp se basa en una leyenda del trovador Guillermo de Cabestany y la acción tiene lugar en el siglo 12, en la Provenza.

El Protector encarga al Niño un libro sobre su familia. La esposa del Protector, Agnès, ignorada por su marido en el aspecto afectivo –y sexual–, conquista al Niño y se hacen amantes. El Protector los descubre, asesina al Niño y le sirve a su mujer, en bandeja de plata, el corazón del muchacho. Agnès acaba suicidándose, todo ello comentado por tres ángeles a modo de corifeo. Al igual que la partitura, el libreto es efectivo y sintético, y, sobre todo muy teatral.

La paleta orquestal de Benajmin es rica en texturas y atmósferas, alcanzando el clímax de manera impresionante. Su mejor baza radica en la efectista escritura vocal, más todavía contando con fantásticos cantantes. Christopher Purves (Protector) impuso un timbre dúctil en una declamación que recuerda a Britten. Barbara Hannigan (Agnès), una consumada cantante-actriz, impactó con su voz cristalina y de segura zona aguda, con el «vibrato» justo para darle suficiente cuerpo.

Algo similar se apreció en el contratenor Tim Mead (Niño), de emisión generosa y viril, con un timbre luminoso. Muy bien en sus papeles Victoria Simmonds y Robert Murray. Ayudó a la comprensión de la trama el movimiento de los cantantes (un concepto de Benjamin Davis), quienes dominaban la historia en todas sus aristas al haberla ya representado (algunos incluso en el estreno absoluto). El compositor dirigió este estreno español ante una Mahler Chamber Orchestra aquí directamente sinfónica, crecida hasta los casi 60 músicos.

Música: G. Benjamin. Libreto: M. Crimp. Intérpretes: C. Purves, B. Hannigan, T. Mead, V. Simmons, R. Murray. Mahler Chamber O. Dirección: G. Benjamin. Movimiento escénico: B. Davis. Lugar: Liceu, Barcelona. Fecha: 16-03-16.

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