Movilidad, turismo y servicios sociales centran las quejas de los barceloneses

La mayor parte de las 1.609 quejas que recibió el año pasado la Síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, se circunscribieron a la movilidad, el turismo y los servicios sociales, según ha explicado hoy en la presentación del informe anual que el próximo 24 de febrero llevará al pleno.

Vilà ha explicado que el ámbito que más ha crecido ha sido el de la actividad económica, que ha pasado de 68 quejas en 2015 a 200 en 2016, en buena parte por la campaña del gobierno de Colau para pedir a los vecinos que denunciaran los presuntos casos de pisos turísticos ilegales, en la que recibió 108 reclamaciones.

Aun así, el ámbito de la movilidad es el que ha generado más quejas, 232, la mayoría por la «percepción mínima», la sanción que se impone por no llevar la documentación que debe acompañar a los títulos de transporte bonificados, según ha explicado Vilà.

La síndica ha expresado su satisfacción porque las quejas de emergencia social hayan disminuido, lo que ha atribuido a que ha habido «más soluciones», pero ha manifestado su preocupación por la «sobrecarga de los Servicios Sociales municipales», ámbito para el que, a su juicio, «el presupuesto debería ser abierto».

En la presentación, la sindica también ha puesto énfasis en la necesidad de ampliar la plantilla de la Guardia Urbana para evitar las situaciones de desatención ciudadana y de sustituir la actual ordenanza de convivencia en el espacio público por un código de buenas prácticas para no «criminalizar» a colectivos vulnerables, entre los que ha citado las prostitutas y los niños que juegan en la calle, como, en su opinión, sucede ahora