El «caso Cifuentes» pone en evidencia los hurtos en perfumería: más del 30% de los robos son de cosmética

La dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes , ha puesto en evidencia una problemática que afecta a miles de comercios y supermercados españoles: los robos en sus secciones de belleza y perfumería . No en vano, el los productos de perfumería son los más hurtados -entre el 30% y el 40% del total-, seguidos de los de conservas -casi el 20 %-.

Según datos del Grupo Alto, especializado en reducir pérdidas por hurtos en comercios, estos son los números generales, pero también se debe tener en cuenta que existe cierta «estacionalidad». Asimismo, la directora general de la firma en España , Alejandra Mardones, ha explicado en declaraciones a Efe que «los procedimientos de seguridad o prevención» deben ser «muy dinámicos» a la hora de ser definidos.

Mardones ha considerado además que entre las personas que hurtan pueden definirse cuatro categorías. Las primeras dos corresponden a la de los «hurtadores profesionales», que roban de forma premeditada y por razones económicas , para obtener un beneficio del acto llevado a cabo; y a la de la «banda organizada», con los mismos objetivos pero en el que intervienen más individuos.

Asimismo, también constan los «reincidentes» , que actúan «sin planificación», como podría ser el caso de la expresidenta madrileña, que renunció a su cargo ayer después de que el medio digital «Okdiario» publicara una información en la que afirmaba que Cifuentes fue sorprendida en 2011 supuestamente robando dos cremas cosméticas en un supermercado próximo a la Asamblea de Madrid, cuando era vicepresidenta primera del Parlamento regional. La información incluía un vídeo en el que una mujer, que el medio identificó como Cifuentes, muestra sus pertenencias a un vigilante de seguridad el 4 de mayo de 2011.

Según el grupo «Alto», también existe un perfil de hurtadores «esporádicos o no conscientes» , que sustraen artículos que no forman parte de su habitual «cesta de la compra» y simplemente «aprovechan la oportunidad» de forma «espontánea». En el caso de la dirigente madrileña, su decisión ha tenido graves consecuencias, ya que tras filtrarse un vídeo en el que se ve cómo los servicios de seguridad de un supermercado le obligaban a pagar dos cremas valoradas en 40 euros, se vio obligada a dimitir, enmedio de un bochornoso escándalo.