Los Premios Max se acuerdan de Castilla y León

Lola Herrera recibió emocionada ayer el Premio Max de Honor 2016 en el transcurso de la ceremonia de entrega de la XIX edición de estos galardones dedicados a las artes escénicas que organiza la Fundación SGAE con la colaboración de la Academia de las Artes Escénicas de España (AAEE). La gala, dedicada a la danza española, se celebró en el Teatro Circo Price de Madrid.

El comité organizador de los Premios Max de las Artes Escénicas concedió el Premio Max de Honor 2016, por unanimidad, a la actriz vallisoletana por ser una «figura clave» en la historia de las artes escénicas. El comité resaltó «su amplia trayectoria, su dedicación y su compromiso con la profesión escénica». El galardón se dio a conocer el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, porque Lola Herrera «es un firme exponente de la mujer trabajadora», informa Ical.

Lola Herrera recibió el galardón de manos de su hija Natalia Dicenta. «Tener un trabajo vocacional es un regalo, el teatro es mi aliento», dijo. Además, la actriz aseguró que su vida ha sido «una carrera de fondo sin relevos». «Es un privilegio a los 80 años disfrutar de los escenarios», añadió al recoger el premio.

Por otra parte, la escenógrafa y diseñadora de vestuario burgalesa Elisa Sanz recogió el galardón a Mejor Diseño de Espacio Escénico por «La Piedra Oscura». Además, el vallisoletano Alberto Velasco logró que «Danzad malditos», el montaje que él mismo dirige y coreografía, se alzara con el premio al Mejor Espectáculo revelación.