Polémica en Valladolid por el concierto de un grupo que considera a la ciudad «rastrera»

«¿De verdad han contratado a un grupo para la fiesta de San Juan con una canción como esta?». Entre la incredulidad, el recelo y la molestia, las redes sociales fueron ayer foro de una nueva polémica musical a orillas del Pisuerga, donde hace unos meses la actuación de Def con Dos ya levantó ampollas. En este caso la «indignación» nace de la letra de un tema de «Martarlos es poco», una de las bandas que actuarán en la Playa de las Moreras en la noche del 23 de junio, y que bajo el título «Ciudad rastrera» recoge frases dedicadas a Valladolid como que está «llena de caziques y un río que apesta» o que «cómo es posible que seas tan cerda, sucia y fascista».

La indignación de unos y otros fue alimentando la polémica hasta que el Ayuntamiento quiso zanjar el asunto dejando claro que no son ellos quienes contratan al grupo autor de la «oda» a Valladolid, que también es su ciudad aunque canten «puta Pucela». Las actuaciones son gestionadas por la Asamblea Ciudadana por un San Juan Popular, explicaron desde el Consistorio, y añadieron que «en un sistema democrático, como el que rige en nuestro país, la libertad de expresión está protegida por la Constitución y el ordenamiento jurídico y sus límites los marca el Código Penal, de modo que los Ayuntamientos no pueden censurar de manera previa a ningún colectivo».

Además, se llamó la atención sobre un aspecto que estaba pasando inadvertido y es que esta letra que había causado escozor ya formaba parte del repertorio de «Matarlos es poco» cuando actuaron en el mismo escenario en la noche de San Juan de 2014, momento en el que estaba al frente del Ayuntamiento Francisco Javier León de la Riva. Así lo expuso el actual regidor, Óscar Puente, en Twitter, en cuyo perfil reflexionó con que si entonces «no hubo polémica es porque entonces el alcalde no era el mismo. Es evidente».

Puente dejó claro que la canción es «zafia» y «que el grupo que canta esa horrible canción es de Valladolid. No de Cuenca ni de Murcia», por lo que «no vienen de fuera a meterse con nosotros».