La Guardia Civil de Salamanca, en el centro, tras declarar en Valladolid ante el Juzgado Militar
La Guardia Civil de Salamanca, en el centro, tras declarar en Valladolid ante el Juzgado Militar - AUGC
Sociedad

La Guardia Civil dispone de un chaleco antibalas femenino para cada 48 agentes

La Policía Nacional opta por adaptar los masculinos con correas y belcros

Valladolid Actualizado: Guardar
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Hace unas semanas una agente de la Guardia Civil de Salamanca tuvo que prestar declaración por un delito militar por insubordinación. Los hechos se remontaban a agosto, cuando se negó ante su superior a usar un chaleco antibalas masculino y se aferraba a uno femenino que había adquirido por su cuenta -pero que no le permitieron ponerse por estar autorizados sólo los oficiales-. Su caso no es aislado. A lo largo del país varias agentes han mostrado su rechazo a la falta de protección adaptada a un cuerpo femenino. En concreto, en Castilla y León hay de media uno para cada 48 agentes de este Cuerpo. Si bien no todas ellas hacen trabajo de campo que requiera estas medidas de seguridad, sus representantes calculan que al menos la mitad, y lamentan que la disponibilidad de estas prendas es «insuficiente».

La polémica surge, explica los representantes de estas trabajadoras, cuando con la llegada cada vez mayor de mujeres a las fuerzas de seguridad -la entrada en la Benemérita data de 1989- se ha detectado como los chalecos de toda la vida no tienen el mismo efecto en hombres y mujeres. «Tienen que quedar ajustados al cuerpo» para que sean «de verdad» efectivos y es «imposible» que el que se adapta a un hombre corpulento de 1,90 pueda serle útil a una mujer menuda, denuncia la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) . «Tampoco se soluciona con una talla más pequeña», apunta, porque las «curvas» femeninas hacen que si estas prendas son «rectas» no «protejan» y, además, reduzcan la capacidad de movimiento para acciones como «desenfundar el arma o acceder a los grilletes». De ahí, el reclamo de que sean acordes a la fisionomía de las agentes.

Ante esta situación, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han optado por distintas soluciones. En el caso de la Guardia Civil, coincidiendo con la alerta terrorista, se distribuyeron los chalecos antibalas femeninos que se encontraban en la reserva operacional, pero «no hay suficientes», alertan desde el sindicato. En concreto, según los datos a los que ha podido tener acceso ABC, hay uno por provincia. En el caso de Burgos lo tienen que compartir entre 61 -en realidad menos, puesto que muchas de ellas centran su jornada en labores de la Comandancia, pero «seguro que más de dos salen de ella» a diario a labores de seguridad ciudadana o de traslado de presos-; y en Salamanca -donde menos féminas hay- tocan a uno para 41 agentes de la Benemérita.

Cabe mencionar que tampoco los hombres tienen un chaleco cada uno, pero la AUGC denuncia que la proporción es «muy inferior» en lo que respecta a las mujeres. Calculan que cada unidad de unas quince personas cuenta con entre dos y cuatro prendas masculinas -universales hasta hace unos años-. En el mes de septiembre, se conoció que la Dirección General de la Guardia Civil adquirirá a partir del próximo año 21.000 chalecos, de los cuales 2.000 serán específicamente para las mujeres. Se autorizará también la compra de 4.200 más como reserva ante necesidades especiales.

Por su parte, la Policía Nacional no dispone, salvo casos concretos, de chalecos femeninos, según asegura el Sindicato Unificado de Policía (SUP). En este caso, se opta por la adaptación de los chalecos masculinos con sistemas de belcros y correas, que si bien reconocen que responden a una gran labor por parte de los agentes que han avanzado en estos diseños, el resultado queda «lejos» de la perfección y la falta de seguridad y la incapacidad de movimiento siguen presentes. «Es un parche». Según esta fuente, sólo se disponen de prendas de protección específica en casos muy puntuales en los que no es posible ajustarlo a la fisionomía de alguna agentes con curvas más pronunciadas.

En términos generales, también denuncian que no se disponga de una protección individual en la Policía Nacional, que cuenta con 60.000 agentes en España y 25.000 chalecos, a los que se sumarán otros 10.000 anunciados en septiembre. La promoción de agentes que este año ha iniciado su carrera profesional es la primera en la que todos sus integrantes están ya dotados de chaleco antibala y anticorte de uso individualizado. Se aspira a extender esta situación no sólo a los que salgan de la Academia, sino a todo el Cuerpo en los próximos años.

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