La exposición a contaminación urbana cae de 45 a 2 días anuales desde 2004

Populares en los últimos meses debido a que son las responsables de que se haya cortado el tráfico en el centro de algunas ciudades como Valladolid, las partículas en suspensión denominadas PM10 suponen un tipo de contaminación vinculado a las zonas urbanas que en la Comunidad han reducido considerablemente su presencia en los últimos doce años. Valga de ejemplo que si en 2004 se sobrepasaron los límites legales establecidos de concentración durante 45,8 días, en 2016 esta cifra se redujo a 2,4 jornadas anuales, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Su concentración procede básicamente del tráfico y de la industria . Mientras la referencia legal en España es que no se superen los límites más de 35 días, cosa que no ocurre desde 2005, la Organización Mundial de la Salud, limita esta cifra a tres jornadas, de las que «estamos cerca» explica Ecologistas en Acción», que señala que hasta en nueve estaciones medidoras se sobrepasaron los parámetros de la OMS el año pasado.

Dicho esto, reconoce Miguel Ceballos, experto en contaminación de Ecologistas en Acción en Castilla y León, que este tipo de contaminación se ha reducido en los últimos años de forma «importante». Los motivos serían dos: la crisis económica y la consecuente bajada de actividad -se contempla una caída en los valores a partir de 2007- y las mejoras en vehículos e industrias en lo que se refiere a filtros de contaminación.

La situación no es igual en todas las ciudades. No hay grandes diferencias, pero los 2,4 días son una media estimada para los municipios de más de 50.000 habitantes a partir de las distintas estaciones de medición existentes. Así, hay casos en los que no se superan los límites y otros que se hacen más de lo habitual. A la cabeza de la exposición urbana a altas concentraciones de estas partículas se encuentra Segovia, donde en 2016 se superaron los límites diarios en tres ocasiones, de acuerdo con los datos publicados por la Junta. La siguieron Ávila, Burgos y León, con dos jornadas; y Salamanca, Soria y Valladolid, con una.

Con respecto a otras comunidades, Castilla y León se encuentra entre las que presentan menores niveles de contaminación por partículas en suspensión. En concreto, en el cuarto puesto por la cola. Esto se debería, según explica Ceballos a que hay menos grandes aglomeraciones urbanas e industria que en otros rincones el país, lo que hace que haya una «mejor calidad el aire en general». A ello se suma que parte del origen de la contaminación por PM10 son aires subsaharianos que se quedan en el sur peninsular.