Consternación en Zamora por la muerte de una niña tras caer desde un cuarto piso

La aparición de una niña de seis años muerta tras caer desde el cuarto piso de un bloque de viviendas situado en el barrio zamorano de Los Blosques ha causado consternación en el vecindario y estaba en boca de todos en el día de ayer, según reconoció la presidenta de la asociación vecinal, Sonia Rego. Un familiar de la pequeña lamentó el suceso y resaltó que se trataba de una niña muy feliz. La desgracia no acabó ahí, ya que a poco más de cien metros del lugar, en un supermercado de la calle Argentina, un hombre de 53 años falleció de forma repentina unas horas después cuando hacía la compra. La muerte se atribuye a causas naturales pero la llegada de nuevo de la policía al barrio volvió a despertar las alarmas entre los vecinos.

La Subdelegación del Gobierno no se pronunciaba ayer sobre ninguna hipótesis respecto a las causas del fallecimiento y optó por esperar a que la investigación avance antes de determinar el contexto en el que la niña se precipitó desde el cuarto piso. La familia de la fallecida es de nacionalidad española y no tenían ningún antecedente de los padres de la menor.

La pequeña vivía en la casa junto a sus padres, una hermana de doce años que dormía con ella y un hermano que lo hacía en otra habitación. Por la comisaría de la Policía Nacional pasaron ayer para que se les tomara declaración tanto el padre como la madre de la pequeña. Del mismo modo, a la hermana con la que compartía habitación se le puso a cargo la Fiscalía de Menores con el fin de que también pudiera prestar declaración sobre lo sucedido. Todos ellos volvieron a sus domicilios a las pocas horas.

Otro caso con un bebé que salvó la vida

En ese mismo portal del número 44 de la calle Arapiles de Zamora se produjo hace ahora dieciséis años otro caso de un bebé que se precipitó también desde un cuarto piso, aunque en aquella ocasión cayó a un patio interior y milagrosamente salvó la vida y únicamente sufrió un pequeño hematoma en la cabeza. En aquella ocasión, el niño, de un año y medio, estaba en brazos de un familiar cuando cayó desde el cuarto piso y no sufrió daño alguno e incluso llegó a levantarse por su propio pie cuando alertados por lo sucedido fueron a auxiliarle. Entonces fuentes hospitalarias atribuyeron lo milagroso del caso a que la caída fue amortiguada por un tejado de uralita que había sobre el patio interior.

Ahora, la pequeña no ha corrido tanta suerte y el cuerpo sin vida quedó sobre la acera de la calle Arapiles hasta que fue visto por un hombre que pasaba por allí. La alerta se dio sobre las cinco y media de mañana pero aún no se ha determinado y será la autopsia la que esclarezca si la muerte se produjo a esa hora o para entonces el cuerpo sin vida ya llevaba tiempo en el suelo. Hasta el lugar se desplazaron de inmediato agentes de la Policía Nacional, que desde la puerta principal de la comisaría apenas tardaron treinta segundos en llegar al sitio al que cayó la niña. Los agentes de la Policía Judicial y de la Científica que se han hecho cargo de la investigación estuvieron durante la mañana de ayer en la vivienda, obteniendo indicios de cómo podría haber ocurrido la caída y observando desde qué dependencia de la vivienda se habría producido.