Marcelo Bilevich: «He derribado barreras visuales con el deporte y la fotografía»

Todo aquel que se acerque estos días a la Biblioteca de Castilla-La Mancha va a poder contemplar en sus pasillos hasta el 12 de marzo 16 fotografías de gente dentro del agua, una exposición de Marcelo Bilevich con el título «Aquática». Pero lo que quizás sorprenda, más allá de la calidad de estas instantáneas subacuáticas llenas de luz y color, es que el autor, un argentino de 51 años que vino a España en 1989, tiene una deficiencia visual congénita.

A pesar de que el autor no es fotógrafo profesional, ya que trabaja como administrativo de la ONCE en Madrid y se aficionó a la fotografía hace menos de diez años, ha llegado a este mundo con auténtica devoción.

En 2007, cuando compró su primera cámara réflex digital, todo cambió, afirma Bilevich a ABC. «El desembarco de la tecnología digital en la fotografía, que supuso una difícil readaptación para muchos fotógrafos profesionales de larga trayectoria, significó en mi caso poder acceder al control de cada hito del proceso fotográfico, desde el enfoque, el disparo, el procesado digital hasta llegar a la presentación e impresión», explica.

Todos estos conocimientos, además, los ha ido adquiriendo «forzosamente» de manera autodidacta debido a su déficit visual, según señala, aunque también ha asistido a algunos cursos, como el impartido por Jorge Sanz, del Club Digital. Los retratos y las escenas bajo el agua son las obras preferidas de Bilevich, que se combinan muchas veces, como las fotografías que se pueden contemplar en la muestra «Aquática» expuesta en la Biblioteca de Castilla-La Mancha. En ellas se pueden ver bailarines en piscina o apneístas en el mar, es decir, personas que practican el buceo sin bombona.

Esta temática no es casual, ya que otra de las grandes pasiones de este fotógrafo argentino son los deportes acuáticos. Bilevich se crió en el mar y desde pequeño se aficionó a este mundo. De hecho, ha practicado surf y ha colaborado con la revista «Surfista».

«Cualquier cosa que hago con mi cámara, más allá de una fotografía familiar común, requiere una planificación, y más en mi caso», subraya. Aunque lleva muy poco tiempo en el mundo fotográfico, Bilevich cada vez tiene más compromisos y trabajos. Prueba de ello son los numerosos reconocimientos que ha obtenido, como el de su exposición itinerante «Liquid», sus premios en en el concurso de la revista «Photo» de Francia o su cobertura del preestreno de la película «Slumdog Millonaire» en Madrid en 2009.

Primeras fotografías

Pero si hay algo de lo que está orgulloso este fotógrafo es de algunas de sus fotografías por el valor sentimental que tienen para él. Entre algunas de esas imágenes, que se pueden contemplar en la exposición «Aquática», está la primera foto que tomó dentro del agua a una chica vestida de blanco en una piscina; la primera que hizo a su hija dentro del mar y una de un apneísta junto con una tortuga austral en el sur de Tenerife, un animal muy difícil de encontrar.

Aun así, a Marcelo Bilevich, aficionado a la fotografía de principios del siglo XX, le gustaría indagar más en el retrato y, sobre todo, en el retrato en blanco y negro. Esto es algo que destaca de lo que se hace en Francia, donde sigue habiendo estudios fotográficos dedicados casi por completo a este tipo de trabajos.

«Todas las personas con problemas de visión acaban arreglándoselas para salir adelante», concluye el fotógrafo argentino, que anima a todo aquel que se encuentre en su misma situación, si puede permitírselo, a aficionarse a la fotografía. «En mi caso, la fotografía y el deporte me han ayudado a derribar barreras visuales», asegura.