La Unesco nombra al alcazareño Jaime Román «Mensajero de la Paz»

En agosto de 2012, Jaime Román Bustamante decidió partir hacia México para fundar una orquesta con jóvenes alumnos que, por un lado, aspiraban a ser músicos profesionales y, por otro, querían crecer como seres humanos con los valores que entrañaba el aprendizaje musical. Su destino fue San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas, una ciudad asentada en un valle, rodeada de selva, lagos y ríos, cuyo centro contiene un patrimonio histórico de época colonial, bastante frecuentado por turistas y que constituye la principal fuente de riqueza local.

Cuando llegó a estas tierras el maestro alcazareño, procedente del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, el Programa Social Esperanza Azteca impulsado por Grupo Salinas y operado por Fundación Azteca

, hacía sonar a 30 orquestas mexicanas. Hoy podemos citar 87, de las cuales 84 se encuentran en México, dos en El Salvador y una en Los Ángeles. Todas ellas suman 16.000 alumnos y 1.300 maestros. La Orquesta Sinfónica y Coro de San Cristóbal de las Casas está entre las más numerosas, contando entre sus filas con 280 niños y niñas.

La Unesco nombró a Jaime Román «Mensajero de la Paz», mediante una delegación de la embajada para América Latina y el Caribe que asistió a un acto organizado en el teatro municipal. Allí comparecieron distintas personalidades, entre ellas el presidente de Fundación Azteca, Esteban Moctezuma. Esta ceremonia fue precedida por el concierto que ofrecieron los Maestros Carlos Prieto, considerado el mejor violonchelista de México, y Edison Quintana, al piano.

Un proyecto social y musical

La tupida red de orquestas sostiene un proyecto sociomusical que trata de combatir el «rezago educativo y cultural», comenta el maestro, que padecen los pueblos mexicanos, infundiendo a través de la dedicación musical del alumno, sanos comportamientos como la disciplina, la excelencia, el trabajo en equipo y la convivencia social, además de mejorar las habilidades cognitivas, la coordinación psicomotriz y la actividad cerebral los alumnos, cuya edad oscila entre los 7 y los 22 años. La Fundación Azteca «transforma la vida a través de la música», dice Román, fortaleciendo la integración entre grupos humanos y tocando de raíz el tejido social.

Puesto que estas actividades no persiguen fines lucrativos, hay particulares que donan uniformes, instrumentos, atriles y ropa de abrigo. Un caso especial fue el de una empresa que donó dos motocicletas, las cuales los alumnos rifaron para comprar instrumentos con el dinero recaudado. Los conciertos pueden pasar por los auditorios, pero también por los museos, las iglesias y las plazas de los pueblos, y han tenido invitados de prestigio como el violonchelista Yo Yo Ma y el cantante español Plácido Domingo, entre otros.

Los chicos de la Orquesta de San Cristóbal de Las Casas quieren ver realizado otro de sus sueños. En julio del año que viene harán una gira por España y actuarán en ciudades como Ciudad Real, que está hermanada con la localidad mexicana– Alcázar de San Juan, Almagro, Toledo, y Madrid. Ya cuentan con apoyos de embajadas y consulados, instituciones municipales, provinciales y regionales, así como de particulares y empresas. Sería la primera vez que una orquesta de Fundación Azteca viaja a Europa y para ello piden más apoyos para lograr la financiación de este proyecto que sin duda tiene por objetivo fomentar el desarrollo social y el intercambio cultural entre ambos pueblos, México y España.