La consejera de Transparencia, Cultura y Deportes del Gobierno Balear, Mateu Ruth,
La consejera de Transparencia, Cultura y Deportes del Gobierno Balear, Mateu Ruth, - EFE

El tripartito balear se tambalea de nuevo

La dimisión de la consejera de Transparencia, forzada por la presidenta Armengol por unos contratos poco claros, ha abierto en el Govern una crisis de consecuencias hoy imprevisibles

Palma de Mallorca Actualizado: Guardar
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La presidenta del Gobierno balear, la socialista Francina Armengol, forzó ayer por la mañana la dimisión de la consejera de Transparencia, Ruth Mateu, de MÉS por Menorca, después de que estos días hubiera trascendido en los medios que los econacionalistas habían adjudicado recientemente hasta seis contratos «a dedo» al coordinador de la última campaña electoral de MÉS, Jaume Garau.

Los líderes de MÉS por Menorca celebraron ayer por la tarde una asamblea en la que decidieron abandonar el Govern, en solidaridad con Mateu. Ayer mismo dimitieron los otros tres altos cargos de MÉS por Menorca en el Ejecutivo regional. Los econacionalistas menorquines expresaron así su malestar con sus compañeros de MÉS por Mallorca y con el PSOE, al considerar que, de manera injusta, han hecho recaer toda la responsabilidad sobre el asunto de las presuntas contrataciones irregulares únicamente en Mateu.

Para intentar entender las razones de esta nueva crisis que se está viviendo en el seno del Ejecutivo que preside Armengol y para aventurar sus posibles consecuencias políticas habría que tener presentes varias claves.

¿Está justificado el enfado de MÉS?

Los econacionalistas menorquines reconocen que no están claros los motivos por los que la Consejería de Transparencia adjudicó dos contratos menores a Garau. Sin embargo, recuerdan que otros dos departamentos, en ese caso gestionados por MÉS por Mallorca, contrataron también sin concurso público al citado estratega electoral. Se trata de la Consejería de Turismo, cuyo responsable es Biel Barceló, y de la Consejería de Medio Ambiente, que dirige Vicenç Vidal. A pesar de ello, Armengol no ha pedido por ahora la dimisión de Barceló —que además es el vicepresidente del Govern— ni la de Vidal, lo que es considerado un agravio comparativo por parte de MÉS por Menorca.

¿Es legal adjudicar «a dedo»?

La ley permite utilizar la fórmula del contrato menor, que evita la convocatoria de un concurso público, siempre que el importe total del trabajo adjudicado no supere los 21.780 euros, IVA incluido. Otro sistema que tampoco obliga a convocar un concurso es el del procedimiento negociado sin publicidad. A pesar de su legalidad, ambos modelos de contratación se están cuestionando en estos últimos años cada vez más, porque pueden encubrir presuntos favoritismos en beneficio de empresas concretas.

¿Hubo irregularidades en este caso?

Armengol ha encargado ya a Intervención la realización de una auditoría interna para intentar determinar si en alguna de las seis adjudicaciones hoy bajo sospecha se produjo o no finalmente alguna irregularidad. Además, el próximo lunes se reunirá por vez primera la Comisión de Ética Pública, que tratará también sobre este asunto. Dicha comisión fue constituida el pasado mes de febrero para velar por el cumplimiento de las normas contenidas en el Código Ético, que fue aprobado el pasado año por el tripartito balear.

¿Por qué Armengol ve la acción de Mateu grave?

En primer lugar, porque el departamento de la ya exconsejera contrató a dos empresas distintas —pero vinculadas a Garau— para un trabajo que podría haber hecho una única consultoría. Además, ni esa adjudicación ni otra de Mateu también a Garau aparecían en el Portal de Transparencia del Govern, a diferencia de lo que ha ocurrido con otras contrataciones del Ejecutivo autonómico.

¿Cuáles eran los apoyos de Armengol?

Armengol fue elegida presidenta en junio de 2015 por mayoría absoluta, con 34 votos a favor sobre un total de 59 escaños. En concreto, obtuvo el apoyo de los 14 diputados del PSOE, los diez de Podemos, los seis de MÉS por Mallorca, los tres de MÉS por Menorca y la diputada de Gente por Formentera. Una de las peculiaridades del actual Ejecutivo es que Podemos decidió en su momento sólo apoyarlo de manera externa. Por tanto, a diferencia de lo que ocurre por ejemplo en el Ayuntamiento de Palma o en el Consell de Mallorca, en donde en sentido estricto gobiernan sendos tripartitos, en el Govern sólo ha habido hasta ahora consejeros del PSOE, MÉS por Mallorca y MÉS por Menorca.

¿Cuáles son ahora?

En un breve periodo de tiempo la holgada mayoría absoluta con que contaba Armengol ha desaparecido y en estos momentos podría decirse que se encuentra técnicamente en minoría. Por una parte, las dos diputadas expulsadas de Podemos por un presunto incumplimiento del código ético, Xelo Huertas y Montserrat Seijas, se incorporaron al Grupo Mixto recientemente. Por otra parte, los tres diputados de MÉS por Menorca sólo darán un apoyo condicionado a Armengol a partir de ahora. Esa «pérdida» de cinco escaños deja a Armengol con 29 en total. En cualquier caso, se da por casi seguro que en la mayoría de votaciones esos cinco diputados seguirán apoyando las iniciativas del Govern.

¿Moción de censura o mayoría alternativa?

Sobre el papel, sí, pero en la realidad resulta prácticamente imposible. El PP tiene 20 diputados en la Cámara, Proposta per les Illes (PI) cuenta con tres y Ciudadanos tiene dos, sumando 25 escaños en total, a cinco de la mayoría absoluta. Únicamente en caso de que los ocho diputados actuales de Podemos votasen a favor de un hipotético candidato propuesto por el PP, podría salir adelante una moción de censura contra Armengol, lo cual es evidente que nunca sucederá. Si Podemos optase por abstenerse y el PP contase con el apoyo de PI y Cs, sería necesario que al menos dos diputados del Grupo Mixto optasen también por la abstención, situación igualmente poco o nada factible.

¿Cuál puede ser la actitud de Podemos?

Descartada la posibilidad de que por activa o por pasiva Podemos pueda favorecer un hipotético gobierno del PP, sí es posible, en cambio, que ponga las cosas algo difíciles a Armengol, sin llegar en ningún caso a la ruptura. Cuando hace varios meses Podemos vivió su propia crisis interna, hubo una cierta tensión entre el PSOE y MÉS por una parte y el partido que lidera Alberto Jarabo por otra, en relación a quién debía sustituir a Huertas al frente de la Cámara. Finalmente, socialistas y econacionalistas aceptaron, aunque con recelos, a Baltasar —Balti— Picornell, lo que ha hecho que, junto con otras polémicas menores, haya hoy un cierto distanciamiento entre Podemos y sus dos socios.

¿Puede Armengol agotar la legislatura?

En principio debería ser así, por las razones expuestas, salvo que en los próximos días haya novedades de relieve. Si hubiera nuevas dimisiones, por ejemplo la de Barceló, la situación sería entonces mucho más delicada para Armengol y el Ejecutivo que preside. Sólo entonces no cabría descartar nada, incluido un posible adelanto electoral, opción que permite el nuevo Estatuto y que nunca ha sido utilizada hasta ahora. De hecho, en la legislatura 2007-2011, el entonces presidente balear, el socialista Francesc Antich, gobernó más de un año en minoría junto con el BLOC, desde febrero de 2010 hasta el final de aquel mandato, después de haber expulsado a UM del tripartito que lideraba.

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