Albert Rivera y Juan Carlos Girauta en la reunión del grupo de Ciudadanos
Albert Rivera y Juan Carlos Girauta en la reunión del grupo de Ciudadanos - JAIME GARCÍA
La hora de Ciudadanos

Rivera afronta por primera vez el coste de no apoyar al más votado

El partido defiende que prioriza al PSOE porque el Rey le ha designado y Rajoy «se ha borrado»

Madrid Actualizado: Guardar
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La política europea está llena de ejemplos de cómo los partidos que pretenden situarse en el espacio entre la socialdemocracia y las fuerzas conservadoras acaban fagocitados tras decidir con cuál de los dos decide pactar. En el espejo de Albert Rivera se reflejan las figuras de Philip Rösler, Nick Clegg o François Bayrou, que fueron estrellas emergentes e impulsores de un nuevo tiempo en Alemania, Reino Unido y Francia. Los dos primeros se convirtieron en los números dos de ejecutivos conservadores, mientras que el tercero pidió el voto para los socialistas en unas presidenciales francesas. Ninguno resistió la realidad de las urnas en las siguientes elecciones.

Frente a los habituales llamamientos a que decidan cuál de los dos –PP o PSOE– es su socio predilecto, Ciudadanos trata de cambiar esa lógica.

«Forma parte de una vieja concepción», dice José Manuel Villegas, vicesecretario general del partido. Hasta ahora Ciudadanos le ha brindado un Gobierno autonómico al PSOE (Andalucía) y cuatro al PP (La Rioja, Murcia, Castilla y León y la Comunidad de Madrid). Argumento que en el partido es utilizado como prueba definitiva de su anhelada transversalidad.

Pero la realidad es más tozuda, pues en ninguno de esos casos Ciudadanos tuvo la posibilidad de elegir entre uno u otro. No había aritmética, al menos sin el concurso de Podemos, que forzase a elegir entre PP y PSOE, decantándose siempre por el partido más votado. En este caso, las cosas cambian y en los últimos días se ha hecho evidente que, si bien existe la voluntad de mantener negociaciones paralelas con ambos partidos, la negociación con el PSOE tiene muchos más mimbres. Dos negociaciones paralelas pero a velocidades diferentes.

Rajoy no ha buscado mayorías

Villegas defiende que eso no tiene nada que no tiene que ver con una preferencia por los socialistas, y asume que en cosas que son muy importantes para Ciudadanos, como el reto catalán, pueden estar más cerca del PP. «Pedro Sánchez ha tomado la iniciativa, pero porque Rajoy se lo ha puesto en bandeja», resume la mano derecha de Rivera, que defiende que si ahora priorizan la negociación con el PSOE «no es por ninguna preferencia», sino porque Rajoy «se ha apartado» y el Rey ha designado a Sánchez. «El PP por alguna razón tiró la toalla. Rajoy desde el 20-D no ha intentado formar esa mayoría, solo ha dado titulares, y no nos ha convocado a una mesa de negociación».

El presidente en funciones es el centro de las críticas del partido centrista, que cree que en Génova todavía están «pasmados» asimilando que Sánchez tiene el encargo del Rey. Villegas defiende que si el PP hubiese asumido el reto de formar Gobierno la actitud de su partido estaría siendo «exactamente la misma», porque, recuerda, en última instancia lo que su negociación persigue es un espacio en el que « al final de este proceso el entendimiento tendrá que ser de tres».

Si no quiere elegir entre uno de los dos y crecer sobre un espacio ideológico concreto, ¿está abocada la formación a ser siempre un sostén de uno de los dos grandes? Villegas, que vive el partido desde sus inicios, rechaza la comparación con lo sucedido en Europa: «Sabemos que es difícil, pero nuestra apuesta es crecer desde la centralidad política, creciendo en el centro izquierda y centro derecha achicando el espacio de los otros dos partidos. Creemos que sociológicamente es posible».

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