Mariano Rajoy, presidente del Gobierno en funciones
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno en funciones - Reuters

Rajoy incluye en sus conversaciones a todos los partidos menos Bildu para poner fin al bloqueo

Hablará con los partidos independentistas catalanes «por cortesía» parlamentaria, y solo dejará fuera a los dos diputados proetarras

Madrid Actualizado: Guardar
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El presidente Rajoy incluirá a todos los grupos políticos con representación en el Congreso en su primera ronda de contactos, previa a las negociaciones para intentar su investidura y la formación de un Gobierno. En su agenda está previsto que llame a los partidos independentistas catalanes, ERC y Convergència, aunque en realidad serán llamadas de cortesía y poco más, según fuentes de Moncloa. A quien no se dirigirá en ningún caso es a los dos diputados de Bildu, que estarán dentro del Grupo Mixto.

En estos primeros pasos tras las elecciones del 26 de junio, Rajoy quiere ofrecer una imagen de normalidad institucional, como candidato vencedor en las urnas. La iniciativa la tiene él, con sus 137 diputados, y esta primera ronda de conversaciones puede servir, primero, para sondear a cada partido sobre su disposición al diálogo y su voluntad de acuerdo con el ganador, pero también para acabar con la imagen de bloqueo político que sufre España desde hace meses.

En ese contexto, Rajoy llamará a los independentistas porque lo considera incluso una obligación después de las elecciones, aunque en realidad no pretende llegar a ningún acuerdo con ellos, y en su plan para ser investido no entra ni el partido de Junqueras ni el de Puigdemont. Es una ronda exploratoria para que cada cual se retrate. Tampoco espera Rajoy una disposición a un diálogo fructífero por parte de Podemos y Pablo Iglesias, pero también le llamará.

Bildu está descartado desde el principio. La voluntad de diálogo de los populares tiene un límite y ese son los proetarras: «Con ellos no hay nada mientras ETA no desaparezca y no pidan perdón por el daño causado a las víctimas», advirtieron fuentes de Moncloa.

«Discreción y seriedad»

La palabra más repetida en estos primeros compases postelectorales es «discreción», junto a «seriedad y rigor». Rajoy y su equipo en Moncloa quieren moverse en esos términos, y no disimulan su aborrecimiento al «espectáculo» que, según el PP, dieron los partidos en el Congreso la pasada legislatura, durante unas negociaciones en forma de «show» televisivo que, a su juicio, dificultó el entendimiento. Pero la discreción va en doble sentido, ya que en este caso uno de los principales interesados podría ser Pedro Sánchez, pendiente del Comité Federal de su partido el día 9. De hecho, es posible que se haya producido alguna conversación previa y, de momento, se haya optado por el silencio mutuo.

Rajoy seguirá manteniendo contactos telefónicos durante este fin de semana, pero no todos acabarán en una reunión en La Moncloa. Para eso tiene que haber voluntad de diálogo al menos. La primera cita que se ha cerrado ha sido con Coalición Canaria: será el próximo martes. Es solo una diputada, pero que puede ser imprescindible, si el Plan A de Rajoy, que pasa por el PSOE de forma irremediable, se choca de nuevo con el «no es no» que marcó a Pedro Sánchez en los últimos meses.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, insistió ayer, tras el primer Consejo de Ministros después de las elecciones, que el objetivo de Rajoy es formar un Gobierno estable, y para ello el PSOE es parte «esencial» de esa negociación. Santamaría subrayó que uno de los asuntos cruciales en los que es necesario el acuerdo es el proyecto de integración europea, algo que puede unir a los grandes partidos en un momento de encrucijada para Europa.

En La Moncloa hay quien va más allá y advierte directamente de que «sin el PSOE no hay legislatura posible». Rajoy, de momento, no se plantea otro tipo de pacto de investidura que no pase por los socialistas, de ahí que quiera respetar también sus tiempos, sobre todo los de Pedro Sánchez, en una posición delicada tras registrar el peor resultado de la historia del PSOE en las urnas.

Sin prisas

«Hay tiempo, no hay que tener prisa», insisten en el entorno de Rajoy. En realidad quedarían poco más de dos semanas hasta la constitución de las Cortes, el 19 de julio a las 10 de la mañana. En ese momento debería llevarse ya un acuerdo sobre la composición de la Mesa, un asunto que el PPquiere tratar en el mismo paquete negociador.

Pero justo después empezará la ronda de consultas del Rey para proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno. Posiblemente sería el día 22 cuando Rajoy acuda a La Zarzuela, y en este momento pocos dudan ya de que aceptará la candidatura. Su intención, declarada desde principios de mayo, es que haya Gobierno a primeros de agosto, pero eso dependerá de cómo vayan sus negociaciones.

En el PP, mientras, cunde el optimismo. El vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, está convencido de que hay muchas posibilidades de alcanzar un acuerdo de Gobierno, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, cree que Rajoy será reelegido presidente.

Por el PSOE, el secretario general y candidato, Pedro Sánchez, sigue sin hacer declaraciones públicas desde la noche electoral, mientras el debate interno continúa en su partido. Si Guillermo Fernández Vara defiende que el PSOE debería facilitar la investidura, otros dirigentes no se mueven del «no» férreo. Eduardo Madina insistió en que su partido votará «no» a esa investidura de Rajoy y en que es al líder del PP al que le corresponde formar Gobierno y no puede pedirle al PSOE que le «arregle la vida».

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