El «optimismo» vuelve al Día de las Fuerzas Armadas

La ciudad de Guadalajara ejercerá hoy de anfitriona del primer Día de las Fuerzas Armadas con cierta alegría que se puede permitir España desde que en 2012 se impusieran los recortes, que en el caso de Defensa acarrearon una reducción del presupuesto en un 33%. Para empezar, el escenario del acto central: una ciudad distinta a Madrid, donde tuvieron lugar las cuatro últimas modestas ediciones con el objetivo de ahorrar en el desplazamiento de unidades y autoridades.

La estética también cambia: Sus Majestades los Reyes presidirán un desfile militar donde, tras cinco años de ausencia, habrá «armamento pesado» sobre las calles y los cielos alcarreños. Se ha organizado todo un desfile militar con los carros de combateLeopardo 2E, los vehículos Pizarro, el avión de transporte militar A400M o los cazas Eurofighter como protagonistas.

Además, 2.500 efectivos militares de los dos Ejércitos (Tierra y Aire), la Armada Española, la Guardia Real, la Guardia Civil y el cuerpo de reservistas recibirán el calor de la ciudadanía en una efeméride que data de 1978 (reformada en 1987) con el objetivo de «homenajear a los Ejércitos y fomentar su conocimiento e integración en la sociedad española». Tan diferente es el nuevo prisma del primer Difas (acrónimo militar de la fiesta) de María Dolores de Cospedal como ministra que el propio jefe de Estado Mayor de la Defensa, general Fernando Alejandre, así lo explicaba: «Hay que superar el pesimismo. Vamos a ser optimistas y enseñar lo que hacemos a la sociedad».

El presupuesto de Defensa para el Difas no es que se haya disparado. Y es que la cercanía de Guadalajara a Madrid -unos 65 km.- ayuda a contener el gasto: de los 136.000 euros presupuestados el último año se pasa a los 350.000. Este acto, en tiempos de crisis (2009 y con gobierno socialista) llegó a contar con una partida de 1,6 millones, es decir 4,5 veces más que la cita de Guadalajara. El momento más emotivo del acto será el homenaje a los que dieron su vida por España. Junto a Don Felipe seis familiares de víctimas depositarán una corona de laurel en el monolito correspondiente. Entre ellos, dos familiares de víctimas del Yak-42, otro del accidente del Cougar, otro del último siniestro del helicóptero de salvamento y rescate en aguas del Atlántico y dos familiares de víctimas de ETA, una de ellas agente de la Guardia Civil.