Hernando advierte a los diputados socialistas que no cabe la libertad de voto por razones de conciencia

A poco más de 24 horas de que se celebre en el Congreso la primera votación de investidura del candidato popular, Mariano Rajoy, la principal incógnita no es si superará o no la misma -saldrá elegido en segunda votación- sino la magnitud de la ruptura interna que sufrirá el PSOE como consecuencia de la misma.

En un último intento de que el desgarro sea el menor posible, el portavoz parlamentario del grupo, Antonio Hernando, ha enviado esta mañana una carta a todos los diputados socialistas.

En ella advierte de que no hay margen para ejercer la libertad de voto por razones de conciencia, ni acordar una abstención mínima o técnica -de tan solo once votos- en la investidura, dado que el Comité Federal del pasado domingo acordó que la posición unánime del grupo debía ser la abstención.

Esta resolución, subraya, es «un mandato expreso sobre el sentido de voto en la sesión de investidura, tanto en la primera como en la segunda votación».

Hernando rebate, además, el argumento que muchos diputados sanchistas han esgrimido durante los últimos días: el uso del artículo 33 de su reglamento parlamentario que permite al pleno del grupo acordar excepcionalmente la libertad de voto por razones de conciencia.

Una posibilidad que no es aplicable en este caso, avisa Hernando, por cuanto «no corresponde al pleno del grupo la competencia para decidir sobre el sentido del voto en esta sesión». Esta vía de escape, insiste el portavoz, «sólo es posible cuando la decisión sobre el sentido del voto corresponde al propio pleno del grupo parlamentario».

En su misiva, Hernando recuerda también el artículo 17 del mismo reglamento donde se recoge que el pleno del grupo parlamentario es «competente para decidir sobre las cuestiones en las que deben pronunciarse las Cámaras, siempre que el Comité Federal o la Comisión Ejecutiva Federal no hubieran manifestado con anticipación una determinada directriz», como así ha sido en este caso.

No entra a valorar, sin embargo, las posibles consecuencias de la desobediencia y que se encuentran tasadas en el propio reglamento interno del grupo parlamentario, con sanciones económicas de 200 a 600 euros, que pueden ser complementadas después con la apertura de un expediente disciplinario por parte del partido que podría acabar en la expulsión del diputado, si su conducta es considerada grave.

Javier Fernández, de invitado

El portavoz socialista se encuentra encerrado en su despacho del Congreso de los Diputados preparando el discurso que realizará mañana durante el debate de investidura.

La dificultad reside en que debe hacer creíble el viraje desde el «no» radical a Rajoy defendido durante la etapa del ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, hasta la abstención que ha impulsado el actual presidente de la gestora socialista, Javier Fernández. No ha asistido a la Junta de Portavoces que ha tenido lugar esta mañana ni ofrecerá, por tanto, la habitual rueda de prensa posterior.

Las palabras que pronunciará desde la tribuna de oradores serán escuchadas con atención por Fernández, que asistirá mañana a la sesión para seguir en directo tanto su intervención como las réplicas con Mariano Rajoy. El presidente de la gestora socialista se sentará en la tribuna de invitados.

Por su parte, el secretario general del grupo parlamentario socialista, Miguel Ángel Heredia, ha insistido en que la abstención de su partido solo es válida para la investidura y, en ningún caso, otorgará al PP la estabilidad que necesita para gobernar.

Y ha justificado la abstención como mal menor para evitar unas terceras elecciones. «No queremos a Rajoy ni queremos al PP, pero la prioridad son los españoles y es este país. Y los españoles no merecen nuevas elecciones y se merecen ya un gobierno tras casi un año sin él», ha señalado antes de entrar en la Junta de Portavoces.

En cuanto al discurso de investidura que esta tarde ofrecerá el candidato popular, el político andaluz ha señalado que los socialistas esperan «bien poco» del mismo.

También ha cargado contra el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, al que ha pedido que abandone las «falsedades y engaños», señalándole como único culpable de la actual situación, por haber votado en contra de la investidura de Pedro Sánchez durante la pasada legislatura.