El ministro de Educación y portavoz de Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ayer en La Moncloa
El ministro de Educación y portavoz de Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ayer en La Moncloa - JAIME GARCÍA

El Gobierno cree que llevará tiempo lograr un cambio en la Generalitat

Rajoy tratará de convencer a Puigdemont para que vaya a la Conferencia

Madrid Actualizado: Guardar
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La vicepresidenta del Gobierno aprovechó ayer el Consejo de Ministros para explicar a sus compañeros de gabinete el resultado de los primeros contactos que está teniendo en Cataluña con distintos partidos y sectores de la sociedad civil. Su balance es claramente positivo, y el presidente Rajoy apoyó la propuesta de que sean todos los ministros los que se vuelquen en esa vía de diálogo que el Gobierno de la Nación ha abierto en aquella Comunidad, con una mayor presencia y protagonismo políticos.

Desde el Gobierno se admite que supone un «cambio de actitud», como de hecho constataron los líderes de Ciudadanos y PSC el miércoles pasado, tras reunirse con Soraya Sáenz de Santamaría, y como admitió la propia Generalitat.

Desde La Moncloa se considera que el diálogo abierto por el Gobierno en varios frentes catalanes ha descolocado a los independentistas, y ha desmontado su discurso del inmovilismo de Madrid y su cerrazón para hablar.

La reunión convocada entre los secesionistas el día 23 para impulsar el referéndum ilegal no arredra al Gobierno, que contesta con otra pala de diálogo. El portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, cree que esa cumbre independentista es otra cesión de Carles Puigdemont a los radicales antisistema de la CUP. «Los catalanes verán quién está realmente por el diálogo y quién por la unilateralidad», advirtió.

«Hay que persistir»

Frente al desafío, el Gobierno responde con la mano tendida, como explicó el portavoz. Diálogo y más diálogo, siempre dentro de la ley, esa es su propuesta. El portavoz reconoce que el «cambio de actitud» que se ha producido en el Gobierno no está siendo correspondido por la Generalitat de Cataluña. Al menos por ahora. En La Moncloa confían en que el cambio se producirá: «Es cuestión de tiempo. Hay que persistir e insistir en esa vía que hemos abierto».

De momento hay dos reuniones pendientes en la agenda: una es la de Rajoy con Puigdemont, y otra de Sáenz de Santamaría con el vicepresidente autonómico, Oriol Junqueras. Ninguna de las dos tiene aún fechas fijadas, y fuentes del Gobierno señalan que no es previsible que se produzcan antes de Navidad. De entrada, el presidente del Gobierno está hablando con todos los presidentes autonómicos, para preparar la Conferencia de presidentes que se celebrará en enero. En ese contexto llamará también a Puigdemont, como confirmó Méndez de Vigo. Será una oportunidad para animarle a ir a una Conferencia que el Gobierno quiere dotar de contenido sustancial: educación, sanidad, economía, financiación, inversiones...

Méndez de Vigo aseguró que al Gobierno se le haría «muy extraño» que Puigdemont no acudiera a esa cumbre autonómica, en la que se tratarán «los problemas reales e importantes» de los ciudadanos. «Veremos quién coge la mano tendida y quién no».

La entrevista de la vicepresidenta con Junqueras tampoco está cerrada todavía, aunque la intención es que se celebre en las próximas semanas, para hablar de la Conferencia, pero también de los Presupuestos.

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