Así funcionaba la trama del 3%

«Ahora tenemos que llegar hasta el señor X»

Madrid Actualizado: Guardar
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Las pruebas en poder de los investigadores demuestran con poco margen para la duda el modus operandi de la trama corrupta del 3 por ciento. La Guardia Civil ha conseguido demostrar en nueve casos que afectan a siete empresas las relación directa entre las adjudicaciones y las donaciones a CatDem, la fundación de Convergència que actuaba como tapadera, tal como se refleja en el gráfico de forma detallada.

Uno de los ejemplos de este modo de actuar es la obra del centro de atención primaria de Prats de Lluçanes (Barcelona) adjudicada a la constructora Rogasa. El tesorero de CDC, Andreu Viloca y el presidente de la empresa, Juan Luis Romero, se reunieron el 19 de septiembre de 2011, según aparece en la agenda del ordenador de Viloca, cuyo contenido fue volcado el pasado 28 de agosto.

Siete días después se anuncia la licitación del centro de atención primaria en el Boletín Oficial de la provincia y ese mismo día quedan a comer los dos citados. Diez días más tarde en la agenda del tesorero constan dos notas: un recordatorio para llamar a Rosell y enviar una copia a Romero. Dos semanas después acababa el plazo para presentarse al concurso, cuya adjudicación tuvo lugar el 26 de enero siguiente. Por supuesto, Rogasa logró la concesión. Diez días antes habían comido de nuevo su presidente y Viloca, que repitieron la reunión una semana después de la adjudicación. Hay acreditadas numerosas donaciones de la constructora a CatDem.

«Casos muy cerrados»

Las fuentes consultadas por ABC señalan que los nueve casos en los que se basó la tercera fase de la operación Petrum «están muy cerrados; algunos, absolutamente cerrados, pues se comprueba el círculo vicioso de anuncio de obra, entrevista con el empresario, adjudicación y donación. Pero no siempre se va a poder demostrar con esa exactitud el pago irregular. En otras ocasiones simplemente se va a encontrar un ingreso en la fundación más o menos próximo a la concesión de la obra pública, pero con el resto de datos que hay en la causa será suficiente para sustentar la acusación».

Las mismas fuentes sostienen que aunque la investigación avanza a buen ritmo aún no se ha llegado a la cúspide de la organización: al responsable político que movía los hilos de la trama y que daba órdenes directas, primero a Daniel Osàcar y luego a Andreu Viloca, los dos tesoreros de Convergència. «Existe el convencimiento de que ninguno de los dos, pero sobre todo el segundo, tomaba iniciativas propias, sino que actuaba después de recibr instrucciones precisas».

«Viloca -añaden las fuentes-, no tiene peso específico suficiente en Convergència para actuar según su criterio, de modo que ahora tenemos que llegar hasta el señor X, el responsable político de alto nivel que organizó o al menos continuó con estas prácticas, que se hacían desde hace muchos años con la más absoluta impunidad».

Mientras tanto, el trabajo judicial sigue su curso y mañana, lunes, se verá en El Vendrell el recurso de apelación contra el encarcelamiento de Viloca. Como se sabe, el juez decidió su ingreso en prisión porque existía riesgo de que destruyera pruebas y por la gravedad de los delitos que se le imputan, entre ellos blanqueo de dinero mediante organización criminal.

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