El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera - EFE

El desgaste territorial de Ciudadanos se concreta en la fuga de cargos y la pérdida de militantes

Desde las elecciones de 2015 han perdido 146 cargos públicos y el 28% de los afiliados

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Al cierre de estas páginas, los cargos públicos que han abandonado Ciudadanos desde las elecciones municipales y autonómicas de 2015 ascendían a 146 personas. Cuando usted lea estas líneas el número puede ser otro. El goteo de bajas es constante y la dimensión es importante, aunque la dirección nacional no parece inmutarse por ello. «Hay que ocuparse más que preocuparse», señala José Manuel Villegas, secretario general del partido.

La dirección asume que todos los casos son consecuencia del acelerado crecimiento que tuvieron que desarrollar a finales de 2014 e inicios del 2015. Pero no se arrepienten. «Crecimos bien. Lo hicimos como podíamos en ese momento. Pero se hizo lo que había que hacer. Pasar de 13 concejales a más de 1.500 no era fácil».

Asume el número dos de Rivera que eso generó «ciertos desajustes», pero los afronta porque «si la alternativa era renunciar a ser un partido nacional prefiero esto y tener que solucionar unos problemas. derivados de faltas estructuras intermedias que teníamos».

Cs tiene ahora 1.387 concejales en toda España cuando tras los comicios municipales logró 1.527. Además, ha perdido seis diputados autonómicos (uno en Cantabria, otro en Andalucía y cuatro en la Comunidad Valenciana).

Desde marzo Villegas y el secretario de Organización, Fran Hervías, han recorrido España para organizar los comités autonómicos. En algunos sitios, como Cantabria, estos nombramientos han empeorado la situación. La dirección nacional se ha reservado la elaboración casi en su totalidad de lo que equivaldrá a las direcciones ejecutivas en cada región. Así lo habilitan los estatutos de un partido que recelea del concepto de baronías y de una descentralización excesiva.

Estos comités desarrollarán unos planes de implantación que el partido prepara. Se tratará de una expansión y de mejoras «más quirúrgicas», como por ejemplo en Madrid, mientras que en otros territorios se tendrá que empezar por una fase más inicial con proyectos para abrir agrupaciones en zonas con carencias. Aunque el partido sigue asegurando que cuenta con agrupaciones en todas las provincias de España. Habrá planes personalizados para cada región. Y en muchas de ellas tendrán lugar especial los planes de afiliación. Ahí Ciudadanos también está experimentando un desgaste importante. De los cerca de 31.000 afiliados que reconocían como censo oficial en el mes de enero a los 22.300 que reconoce ahora la secretaría de Organización. La explicación oficial es que se trata de una «limpieza» del censo de personas que han impagado la cuota (10 euros al mes). Pero en cualquier caso se trata de un fenómeno de desencanto.

Cabtabria: estampida general

El diputado autonómico Juan Ramón Carrancio ha anunciado que abandona Cs pero no su acta. Le siguen los dos concejales de Santander -David González y Cora Vielva- y seis de los nueve líderes locales, que dejan sus agrupaciones «vacías». Calculan que dos tercios de la militancia -unas 200 personas- se dan de baja, cifra que la dirección nacional rebaja a 64. Discrepancias numéricas aparte, la grave crisis deja a Cs con un diputado (en el grupo mixto, que ha permitido al PRC-PSOE de Miguel Ángel Revilla aprobar los presupuestos) y sin representación en la capital.

La gota que colmó el vaso ha sido el ascenso del único representante cántabro en el Congreso, el humorista y actor Félix Álvarez «Felisuco», designado portavoz de su tierra pese a no ser la persona «idónea», según los críticos: «Cualquiera sería mejor». Previamente, antes de las últimas generales, fue elegido «a dedo», también por Albert Rivera, candidato autonómico a la Cámara Baja, en sustitución de Carlos Pracht, que discrepó con su jefe de filas por considerar el aborto como un tipo de violencia.

C. Valenciana: 34 cargos se han dado de baja

Ciudadanos ha vivido un goteo de bajas en la Comunidad Valenciana, hasta 34 cargos públicos, que ya no militan en el partido, la mayoría concejales. Una quincena fue expulsada en el inicio de la legislatura por no seguir las directrices de la dirección nacional y pactar en Ayuntamientos con fuerzas con un componente nacionalista como Compromís.

Desde el congreso nacional, ocho personas han abandonado el barco. Las bajas más sensibles son cuatro diputados en las Cortes Valencianas: incluido su exportavoz, Alexis Marí. A finales de junio se pasaron al grupo de no adscritos por discrepancias con el ideario del partido, sobre todo tras el apoyo a los Presupuestos de Rajoy.

Lo cierto es que la situación a nivel interno resultaba insostenible. La dirección nacional decidía destituir a Marí como portavoz por falta de confianza tras la renovación de la Ejecutiva y sus continuos ataques a Albert Rivera han desembocado en la ruptura total. Junto a la eurodiputada Carolina Punset, fueron los dos cabezas más visibles del denominado como sector crítico, que incluso planteó la posibilidad de presentar una candidatura contra Rivera para liderar el partido (aunque finalmente no fraguó).

En declaraciones a ABC, el exportavoz parlamentario remarca que «algunos venían a cambiar las cosas, pero no han cambiado nada». Su sustituta en las Cortes, Mari Carmen Sánchez, afirma que estas últimas salidas se deben únicamente a «una decisión personal» y que no comprende que haya gente «que ahora no se sienta identificada con el ideario del partido».

Andalucía: primera diputada no adscrita

Andalucía es una de las comunidades donde Ciudadanos más se está desangrando por la deserción de quienes fueron elegidos cargos públicos bajo las siglas naranja y, una vez sentados en el sillón, han abandonado el partido sin dejar sus cargos públicos. La dirección andaluza cree que las bajas se deben a los ajustes habituales de una formación nueva, pero están preocupados por las consecuencias que estos tránsfugas tienen en su estrategia.

Un caso flagrante es la diputada regional Carmen Prieto, la primera en la historia de la Cámara andaluza en ser no adscrita. Otros 15 concejales han abandonado la disciplina del partido que dirige Juan Marín.

Castilla y León: bronca por las Diputaciones

Hace tres semanas, cinco de los quince concejales naranjas en la provincia de Segovia dimitieron por el cambio de «ideario» del partido, al que acusan de «dejar de un lado el medio rural». Entre los abandonos, el de la única diputada provincial, María Cuesta. En noviembre de 2015 lo dejó Juan Cuesta, edil en la capital. Poco antes se había ido otra concejal en Burgos.

También son tránsfugas los diputados provinciales por Soria, José Antonio de Miguel y Raúl Lozano, que fueron apartados de Ciudadanos por defender la pervivencia de las diputaciones.

Castilla-La Mancha: 13% de ediles perdidos

Ciudadanos obtuvo en las últimas elecciones 124 concejales en Castilla-La Mancha y 16 de ellos (un 13%) han sido expulsados o ya no están en el partido. Los motivos son variados. La mayoría tiene que ver por entrar en gobiernos en contra del dictamen del comité de pactos del partido.

Así ha ocurrido con los dos ediles de Talavera de la Reina, que recientemente se han unido al Gobierno del PP después de dos años de legislatura. En Seseña se fueron tres ediles. En El Casar (Guadalajara) C’s obtuvo cuatro ediles y ahora dos de ellos gobiernan con el PP. Una es Yolanda Ramírez, que también es diputada provincial y en enero anunció su marcha del partido por desavenencias con la dirección. Esta contratacó acusando a Ramírez de haber sido «comprada con el PP», ya que en la Diputación se modificó el reglamento para que la ex de C’s pudiera mantener un sueldo de 49.000 euros brutos anuales.

Galicia: adiós con el diputado nacional

Ciudadanos es en Galicia un partido sin apenas estructura pero los episodios de disensión interna no cesan. Fue sonoro el portazo del exdiputado en el Congreso Antonio Rodríguez, que tuvo escaño en las generales de 2015 pero no repitió en las listas en 2016. El motivo, según apunta a ABC, las maniobras de la dirección central para cambiar a dedo a los candidatos. «A cualquier persona que no diga amén a lo que quieren hacer, lo expulsan». Ciudadanos perdió medio centenar de militantes en La Coruña, enclave estratégico para sus intereses.

Cataluña: desgaste en su lugar de origen

Ciudadanos, que nació en Cataluña, aunque en el último cambio de ideario eliminara su referencia, obtuvo 175 concejales en esta comunidad. De las grandes ciudades (las cuatro capitales de provincia y las que tienen más de 100.000 habitantes) solo es importante en Lérida. Por diversos motivos, doce de los concejales electos en 2015 ya no siguen en la formación naranja pero mantienen el acta de concejal.

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