Defensora del Pueblo cuestiona el trato de crímenes de ETA en libros de texto y pide abordarlo en el pacto educativo

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Un estudio encargado por la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, cuestiona el tratamiento que se da al terrorismo de ETA en varios libros de Historia de España de 2º de Bachillerato y, por ello, pide que esta cuestión se aborde en el marco del futuro Pacto Nacional por la Educación.

En un informe sobre la situación actual de los derechos de las víctimas de la banda terrorista, la institución advierte de que en los libros de texto hay una «ausencia total de algún ejercicio de reflexión sobre las consecuencias sociales, políticas y personales de los atentados, secuestros o amenazas» cometidas por la organización terrorista.

Al constatar la «falta de precisión» que existe en el tratamiento de los crímenes de ETA en las aulas, la oficina del Defensor del Pueblo pide «fomentar el respeto y consideración a las víctimas de terrorismo» e incluir el rechazo a esta lacra «desde una óptica filosófica y moral» en el futuro pacto educativo y en los reales decretos por los que se establece el currículo básico de la ESO y el Bachillerato.

Durante el análisis de un total de 14 manuales de texto, la institución detectó que un libro de la editorial Akal contiene un documento de ETA que incluye la reivindicación de los terroristas del atentado contra el almirante Luis Carrero Blanco en 1973. Sin embargo, en «ninguno» de los libros examinados «se encuentra un solo testimonio o una reflexión» de una víctima de terrorismo «como texto complementario».

La incorporación del punto de vista de las víctimas, señala el informe, «serviría de ejemplo para los más jóvenes de lo que supone un atentado terrorista y sus consecuencias en la vida de una persona».

«Ninguna mención» a leyes clave

Asimismo, la institución también recalca que en los libros de Historia no existe «ninguna mención» a las leyes «clave» para el tratamiento a las víctimas del terrorismo: la de Solidaridad con las Víctimas, del año 1999, y la de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas, de 2011.

Estas normas son la vía a través de la que la sociedad española «rinde homenaje» a los fallecidos y heridos por terrorismo y expresa «su compromiso permanente» con todas las personas que lo han sufrido, defiende el informe.

También hace hincapié en que los libros «apenas» reflejan estadísticas concretas de asesinatos y de atentados terroristas, y tampoco incorporan «imágenes que reflejen la barbarie del terrorismo».

La oficina del Defensor del Pueblo apunta que el terrorismo de ETA «ha afectado, directa o indirectamente, a toda la sociedad española» y sostiene que, «sin una exposición previa» de lo que ha supuesto esta forma de criminalidad, los alumnos «no pueden percibir» que el terrorismo «ataca» y «destruye» derechos fundamentales.

Explicar el carácter «perverso» de ETA

«Un planteamiento antropológico que explicara el carácter intrínsecamente perverso del terrorismo ayudaría mucho a que las futuras generaciones de españoles conocieran realmente lo que significa y lo que supone convivir con él dentro de un régimen de libertades», destaca.

Previamente a la exposición del análisis, la institución recuerda la famosa cita 'aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo' e incide en que «ante el olvido, se está abocado a volver a padecerlo». Y reivindica un relato sobre ETA «que tenga una perspectiva victimológica, centrada en las víctimas» ya que, si no, «la diferencia entre el bien y el mal quedaría indebidamente difuminada».

«La sociedad en su conjunto tiene el deber moral de elaborar un relato verdadero y objetivo en el que estén presentes —de manera destacada— las víctimas de terrorismo, para que nuestros jóvenes no tengan duda de quiénes fueron los verdugos y quiénes fueron las víctimas», apostilla.

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