El Congreso decidirá hoy estrechar su control al Ejecutivo

La estrategia del Gobierno de meter en un cajón las iniciativas no legislativas aprobadas por la oposición en el Pleno del Congreso va a resultarle cada vez más complicada. O al menos eso quieren conseguir prácticamente todos los grupos parlamentarios. Hoy tendrán su primera victoria en el Pleno con la toma en consideración -primer paso de la tramitación parlamentaria- de una proposición de reforma del Reglamento del Congreso impulsada por el PNV. El texto aboga por obligar al Gobierno a informar al Parlamento sobre la situación y grado de cumplimiento de cada una de las proposiciones no de ley, mociones y resoluciones aprobadas en el hemiciclo.

Una nueva rendición de cuentas se llevaría a cabo durante el primer mes hábil de cada periodo de sesiones -en total, dos veces al año- a través de «un informe detallado» en el que tendrían que constar también las iniciativas pendientes de cumplimiento de periodos anteriores.

Y a los quince días tendría que comparecer un representante del Ejecutivo en la Comisión de Reglamento del Congreso para explicar el contenido del citado informe y responder a las preguntas de los grupos parlamentarios.

En su exposición de motivos, el PNV subraya que una de las funciones primordiales de todo Parlamento es la del control del Ejecutivo junto al impulso de la acción política, y censura que con el actual Reglamento «es imposible constatar si el Gobierno toma en cuenta los mandatos no legislativos» que aprueba la Cámara. A juicio del grupo vasco, esta situación «contribuye al menoscabo del Parlamento». La iniciativa será defendida por el portavoz vasco, Aitor Esteban, y saldrá adelante, al menos, con los votos del PSOE, Podemos y los grupos nacionalistas e independentistas.

Veto presupuestario

Esta maniobra de la oposición se enmarca en la pugna que mantienen el Gobierno y el Congreso por las capacidades y obligaciones de cada uno desde la legislatura pasada. Este pulso hay que enmarcarlo en la última guerra abierta entre ambos poderes por el uso del veto presupuestario por parte del Gobierno. Una herramienta que Moncloa ha utilizado ya en 21 ocasiones desde que empezó la legislatura para impedir la tramitación de otras tantas iniciativas de la oposición que suponen un aumento de los gastos o una disminución de los ingresos.

Para la oposición, sin embargo, este argumento no es real en todos los casos y acusan al Ejecutivo de hacer un uso arbitrario de esta herramienta de protección del Presupuesto. Unidos Podemos sin ir más lejos prepara otra propuesta de reforma del Reglamento para delimitar el uso del veto presupuestario y dificultar su aplicación por parte del Gobierno.