Camps se parapeta en que nunca vio las cuentas del PP para defender su inocencia
El expresidente de la Comunidad Valenciana declara hoy como testigo en la Audiencia Nacional por la financiación irregular del PP valenciano
Ni apestado ni manzana podrida. El expresidente valenciano, Francisco Camps , aseguró ayer martes en el Congreso que el PP le arropa después de que el ex secretario general del partido en Valencia, Ricardo Costa , y nueve empresarios declararan la existencia de financiación irregular durante su etapa de gobierno. «Siento el cariño de mi partido a mi alrededor y, por tanto, del presidente, de la secretaria general y de toda la ejecutiva», respondió al diputado socialista, Artemi Rallo , durante su comparecencia ante la Comisión de Investigación del PP.
Su partido así lo demostró enviando a la vicepresidenta primera del órgano, Beatriz Escudero , a recibirle y acompañarle hasta la Sala Ernest Lluch donde se celebraría la comparecencia. En la puerta le esperaban los diputados populares Carlos Rojas y Eloy Suárez que le estrecharon la mano y le acompañaron al interior entre una gran nube de flashes. El alegato final de Rojas, cargando contra la oposición por no respetar la presunción de inocencia de Camps, terminó de despejar cualquier duda.
Solo un día antes de su comparecencia como testigo ante la Audiencia Nacional, Camps se aferró al desconocimiento absoluto de las finanzas para defender su inocencia. «No las he visto (las cuentas) y ningún presidente de partido ni del Gobierno lo ha hecho», abundó. En respuesta al portavoz de Podemos, Txema Guijarro, defendió que no le «correspondía saber» nada de las finanzas ya que su posición era la de presidente de la Generalitat y las estructuras estaban perfectamente separadas. Aseguró también que «jamás» tuvo conocimiento de la existencia de Francisco Correa , presunto cabecilla de la trama Gürtel.
«Absoluta tranquilidad»
Los pagos irregulares reconocidos por Costa y los empresarios son, a su juicio, parte de una estrategia de defensa y la prueba, dijo, es que durante nueve años han sostenido lo contrario. Camps cerró la comparecencia con un alegato de inocencia. «Tengo la tranquilidad absoluta de no haber cometido ni una sola irregularidad, ni haber indicado ni una sola irregularidad y ni haber consentido ni una sola irregularidad», remachó. Para hoy, no obstante, prometió novedades ante la Audiencia Nacional que no quiso detallar por respeto al proceso judicial.
En el interior de la Comisión logró hábilmente cambiar el paso a los diputados y zafarse de las preguntas más incómodas. Su cara a cara con el portavoz socialista, Artemi Rallo, acabó derivando en un cruce de descalificativos y una instancia a que éste le pidiera perdón. Otro momento álgido fue cuando desveló que el diputado de Ciudadanos, Toni Cantó , le dijo en un encuentro: «es usted el mejor presidente de la Comunidad Valenciana y qué injusto es lo que están haciendo con usted». Cantó le acusó después de «faltar a la verdad y al respeto utilizando un tema personal muy doloroso».
No obstante, el debate más tenso se produjo con la diputada de ERC, Esther Capella, ante las referencias de ésta al « país valenciano ». Una denominación que Camps consideró «un insulto dolorosísimo», protestando no dejó de protestar hasta que Capella aceptó incluir también el término Comunidad Valenciana en su discurso. Este rifirrafe le valió a Camps varias regañinas del presidente de la Comisión, Pedro Quevedo, que se vio obligado a intervenir en varias ocasiones viendo que el orden de la sesión se le iba de las manos, para advertir que no permitiría que la sesión derivara «en un circo».
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