Andoni Ortuzar, presidente del PNV
Andoni Ortuzar, presidente del PNV - Ignacio Pérez
Entrevista con Andoni Ortuzar

«¿Un acuerdo de legislatura con el PNV? Es difícil, pero está en manos del Gobierno»

El presidente del PNV, satisfecho con el pacto de Presupuestos, asegura que su partido se «implica» en la estabilidad

Madrid Actualizado: Guardar
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Tras el júbilo por el acuerdo presupuestario con el Gobierno, que mejora sustanciosamente su autonomía económica, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, no cierra la puerta a más pactos con el Gobierno de Mariano Rajoy, con quien, reconoce, se entiende bien. En entrevista telefónica con ABC, rechaza las críticas del resto de la oposición, incluido el nacionalismo catalán, que atacan su acuerdo porque sostiene al PP. «Aunque no esté de moda, el PNV es un partido que preconiza la estabilidad. La oposición no puede encastillarse en un no perpetuo», opina.

—Gobiernan con el PSOE en el País Vasco, con Bildu y Podemos en Navarra y pactan con el PP en Madrid. ¿Eso es habilidad o es oportunismo?

—Es lo que creemos que hay que hacer para que cada territorio esté gobernado de la mejor forma posible y con arreglo a la voluntad popular.

Es producto de las elecciones y unas mayorías. Hay un panorama político muy fragmentado. Somos un partido que, aunque no está muy de moda, preconiza la estabilidad y que las instituciones funcionen. Somos coherentes y nos implicamos.

—¿Pero quién es el aliado natural para el PNV? En el Aberri Eguna dijo soñar con una alianza «entre abertzales»...

—No tenemos por qué tener una sola alianza. La política española va por territorios banderizos de contigo o contra mí. Es la antipolítica. Debe ser el arte de lo posible y acordar entre diferentes. No los bandos de nacionalistas contra españolistas. Para eso no hace falta estar 100% de acuerdo. Se ha atrofiado en España la capacidad de diálogo. Solo hay declaraciones, amenazas, mociones de censura y reprobaciones cuando lo normal es que se aprueben presupuestos, haya leyes y reformas. La oposición no puede encastillarse en un no perpetuo.

—Veinte años después, vuelven a pactar con el PP. ¿Se lleva bien con Rajoy? ¿Puede ser el inicio de algo estable?

—En lo personal tengo una buena relación, ya sé que ahora no es muy popular con la que está cayendole a él y a su Gobierno. pero no lo voy a esconder. Pero hace falta más que una buena sintonía personal. Hay que quitar las murallas construidas en los últimos años entre el PP y el PNV. No renunciamos a influirle y lograr acuerdos en otros ámbitos más complicados, como el de autogobierno o política de convivencia.

—¿El pacto presupuestario abre la puerta a un acuerdo de legislatura?

Es difícil de decir y en todo caso está en manos del Gobierno. El PP ha estado sopesando si le convenía sacar o no los Presupuestos. Si ir a una legislatura larga o más corta. Ha habido factores diversos, como la situación del PSOE o la situación europea. La imagen de estabilidad que necesitaba proyectar el Gobierno español, con liderazgos comprometidos en Italia y Francia. Con Merkel sola. La aspiración de Rajoy es entrar en el club de primera división europea. Todo eso ha hecho que Rajoy optara por las cuentas. ¿Si habrá legilsatura larga y sobre quién pivota? La ambición intima del PP es que el PSOE se avenga a una mayor colaboración y no depender del PNV.  

—Pero de momento pivota sobre el PNV, Ciudadanos y los canarios. ¿Le ve tranquilo a Rajoy con la macha de la legislatura?

—Sí. Es un hombre que mide bien los tiempos y no desvela mucho sus cartas. Creo que Ciudadanos es un socio incómodo, es un partido incógnita, nunca sabe uno lo que va a decir al día siguiente. Está esperando a que el PSOE tenga nuevo liderazgo para deshojar la margarita de la legislatura.

—¿Para negociar en 2018 pedirán compromisos políticos?

—Veremos. La época de votos a cambio de transferencias ya ha pasado. Lo dice el Estatuto y tienen que venir.

—El Gobierno vasco se fija prioridades: las competencias de prisiones y la caja de la Seguridad Social.

—Pero eso es el calendario entre gobiernos, no la agenda del PNV para el Presupuesto. Hay que deslindarlo. En el ámbito del autogobierno esperamos que pronto se reúnan el lendakari con Rajoy. Nos preocupa mucho eso y la cuestión de cómo superar cincuenta años de terrorismo de ETA. Hay diferencias grandes, esperamos que se acorten. Pero sin vincularlo estrictamente a los Presupuestos.

—La izquierda le acusa de blanquear la corrupción del PP por ser sostén. ¿Qué hará el PNV en la reprobación al ministro de Justicia? 

—Es una decisión que tenemos que analizar. Somos súper exigentes en la lucha contra la corrupción y seremos rígidos. Pero detrás de la crítica de blanquear al PP hay una incoherencia enorme porque Rajoy es presidente del Gobierno, no por el PNV, porque antes hubo una opción que entre PSOE y Podemos desbarataron. Y después porque PSOE se abstuvo. Hemos negociado con el gobierno que hay. ni se blanquea, ni nada, se da estabilidad. La oposición más relevante de estos meses es presentar una moción de censura que ha fracasado desde el inicio. Es la enésima operación propagandística de Podemos más diseñada para meter en problemas al PSOEque para hacer tambalear al Gobierno. Rajoy saldrá más fortalecido del proceso. 

—¿Cree que si gana Pedro Sánchez las primarias iremos a elecciones?

—No creo que al PSOE le interesen unas elecciones a coro plazo, gane quien gane. Tendrán que dedicar mucho tiempo y esfuerzo en sanar las heridas internas. No se puede ir a unas elecciones con un partido dividido.

—Arzalluz dijo en 1997 que había logrado en 15 días de Aznar más que en 15 años de Felipe González. ¿Diría que este es el mayor botín logrado jamás por el PNV pora apoyar los PGE?

—La terminología pirata no nos gusta. Es un acuerdo muy importante, pero pediría a los que critican un ejercicio mínimo de análisis de sus contenidos y comprobarán que son cosas que debían resolverse hace años. muchas ya aprobadas y no cumplidas. Si uno mira el mapa del AVE, es increíble que la conexión más rápida y recta con Europa de toda la Meseta sea el tramo más retrasado, es una barbaridad. Tenemos un trazado ferroviario en Euskadi del siglo XIX.

—Bueno, también ETA condicionó...

—Sí, pero hace cinco años que dejó de matar y no hay una máquina trabajando. Ya no vale la excusa de ETA. Ahora el parón ha sido tremendo. 

—El Cupo es poco translúcido.

—No, no... Unos desde la ignorancia, y otros aprovechándose de la ignorancia, distorsionan. Es muy fácil… El Cupo se calcula por porcentajes y coeficientes. y se aplica a partidas determinadas de los PGE por las competencias que el Estado todavía gestiona en Euskadi, por la participación de los vascos en las cargas generales del Estado, mantenimiento de instituciones, Monarquía, Ejército, Exteriores, etc. Y además, la aportación al Fondo de cooperación territorial. Se aplican fórmulas y sale una cifra. Hasta ahora, como el tema estaba politizado, se inflaban las cifras desde el Ministerio. Hemos tenido por primera vez una negociación estrictamente técnica. Y sale la cifra que sale. Estamos muy satisfechos. Es un acuerdo justo, no hay ninguna extorsión al Estado.

—Pues el resto de CCAA no opina así.

—Las críticas de las CCAA hay que entenderlas porque se preparan para la negociación de la financiación autonóica. Quieren más dinero y no lo discutimos. Pero estoy firmemente persuadido de que si el sistema del Concierto vasco se extendiera al resto, la mitad querría regresar... 

—¿Por qué?

—Porque el que piense que el sistema económico vasco es jauja se equivoca. Porque mientras a las CCAA el Estado les da el dinero, nosotros pagamos al Estado. La carga de la recaudación recae en nosotros. 

—Lo que se cuestiona es si pagan lo suficiente por los servicios comunes.

—Euskadi paga lo que tiene que pagar según la ley.  

—¿No reconoce entonces que el vasco sea un régimen privilegiado? 

—Qué va. Es otro régimen, pero de muchísima exigencia. ¿Por qué no hablamos del nivel de presión fiscal vasco, del nivel de eficiencia recaudatoria, de las tasas de elusión fiscal? Aquí no atamos los perros con longanizas. Aquí hay una gestión pública de los recursos y del sistema fiscal muchísimo más exigente y duro que en el resto del Estado. Cuando a finales de los 80 y 90 atravesamos una crisis que solo nos afectó a nosotros, y el Estado iba viento en popa con Presupuestos expansivos, y nosotros con poco dinero teníamos que seguir pagando, nadie dijo: ‘Ay, pobres los vascos, qué apreturas. Ni nosotros pedimos cambiar. Ahora que las cosas son al revés hay que respetar la ley.

—Temen que si se abre el melón de la Constitución el Concierto se ponga en riesgo? Barones del PSOE y del PP han exigido su revisión.

—Tocar el Concierto económico, que tiene protección constitucional y estatutaria, sería abrir la caja de pandora. Desde luego, una grandísima parte de la ciudadanía vasca y el PNV se sentiría libre de cumplir el compromiso con el sistema institucional español si eso llegara a suceder. Somos claros. Si se toca el Concierto es una declaracion de hostilidad que tendrá respuesta.

—¿De qué forma?

—Actuaríamos en consecuencia y proporcionalidad al ataque recibido. Yo creo de todas maneras que eso no está en el candelero político. Ni PP ni PSOE ni Podemos. Quitando Ciudadanos, que no entiende el País Vasco, y así le va.

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