Puerta a puerta, o puerta
Sánchez intenta evitar una noche tan «histórica» como la del 20-D que le lleve a liquidar en dos años un partido de 137
Madrid
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Quince días tiene Sánchez para resucitar o ya puede ir pensando en el epitafio, con o sin vocales. El líder del PSOE hoy solo trasmite la imagen de un ser agazapado que deambula como encogido, mirando al cielo y temiendo quizá ser sepultado por el derrumbre de una cornisa, esa próxima encuesta que sea aún peor que la última.
Tras poner los cubiertos para que Podemos se lo merendase en un año -aún hoy nadie se explica la torpeza de aupar a los populistas al poder municipal-, ayer se liaba a llamarles «comunistas» para evitar la catástrofe. Comenzó la campaña pidiendo el voto puerta a puerta en Móstoles.
Muchas gracias a los vecinos de #Móstoles por vuestra amabilidad. Ha sido un placer escucharos #UnSíPorElCambio#26Jpic.twitter.com/4YnIa40K2x
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 10 de junio de 2016
«Avon llama, dele la bienvenida»... y resulta que abres y sale Sánchez, el «limpio», intentando evitar una noche tan «histórica» como la del 20-D que le lleve a liquidar en dos años un partido de 137.
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