El encarecimiento del crudo frenó la reducción del déficit comercial al final de 2016

El aumento del barril de petróleo en la recta final del año pasó factura a la evolución del comercio exterior. El déficit comercial aumentó un 36,4% en diciembre de 2016 debido al fuerte aumento de las importaciones en este mes, del 5,6%. La mayor parte de este alza se explica por el encarecimiento del petróleo y del gas en dicho mes.

Los productos energéticos, de hecho, fueron los que más elevaron sus importaciones en diciembre, con un alza del 15,9%, con las compras al exterior de crudo creciendo un 15,2% y el gas, un 28,7%. España importa un 99% del crudo que consume, por lo que la evolución del oro negro tiene gran importancia en la economía española, afectando al precio de otros productos.

BBVA Research estima que si el precio del petróleo no baja del nivel actual, el crecimiento del PIB podría bajar entre dos y tres décimas.

Este encarecimiento súbito no impidió que el déficit comercial se redujera en 2016 un 22,4% hasta 18.754 millones, pero sí frenó esta reducción, ya que las exportaciones crecieron por encima de la media mundial al repuntar un 2,9% en dicho mes. Como la mayor parte del año el precio del crudo estuvo bajo, tuvo un efecto positivo y ahorró a la economía española 6.517 millones de euros en importaciones frente a 2015.

Todo cambió en diciembre. El precio medio del barril de Brent subió del entorno de los 42 euros en los que estaba en noviembre, a los casi 50 euros de diciembre, lo que explica este repunte. Ello se debió al recorte de la producción aprobado por los países productores de la OPEP. Ello puso fin a la época del crudo barato desde mediados de 2014. En comparación, el precio medio del barril en diciembre de 2015 era de unos 30 euros.

Ello provoca que en los próximos años, España ya no vaya a tener unos déficits comerciales tan reducidos, ya que las importaciones aumentarán en valor. «Con el precio del petróleo tan alto, el valor de las importaciones será mayor este año que los pasados, ello hará que el saldo comercial no sea tan favorable como en 2016 y 2015», sostiene la economista de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), María Jesús Fernández.

Junto a este factor, el aumento de la inflación –que en enero repuntó un 3%, su mayor nivel desde 2012– también puede perjudicar a la reducción de déficit comercial, ya que las alzas de precios también inflan las compras al exterior en valor.

Consumo sin importaciones

Pese a ello, 2016 también supuso un hito en cuanto a las importaciones: por primera vez en los últimos años, las compras al exterior se redujeron en el conjunto de 2016 (un 0,4%) pese a que el consumo y la inversión crecieron con fuerza en el ejercicio.

«Si esto se repitiera en 2017 querría decir que estamos ante un cambio estructural muy relevante para la economía españoña, en creación de empleo y actividad, ya que siempre los aumentos del consumo han venido acompañados de incrementos de las importaciones», analiza Fernández.

De hecho, España aún no ha logrado reducir su déficit comercial al nivel de 2013, año en el que el consumo tocó suelo y con él, las importaciones. Desde entonces hasta el año pasado, los incrementos de las exportaciones han venido acompañados de aumentos de las compras al exterior.

Cuota exportadora

La secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, valoró en la presentación de los datos que en volúmen de importaciones no energéticas, España está «a niveles similares que antes de la crisis» si bien «lo que han cambiado son las exportaciones», que desde 2009 han aumentado un 59%. Poncela resaltó que pese al empuje de los países emergentes desde 2008, España ha resistido y ha mantenido su cuota exportadora estable en el 1,71%.