El economista jefe de Economías Desarrolladas, Rafael Doménech, y el economista jefe de BBVA, Jorge Sicilia
El economista jefe de Economías Desarrolladas, Rafael Doménech, y el economista jefe de BBVA, Jorge Sicilia - EFE
De 24 a 18 meses

BBVA propone acortar la duración de la prestación por paro

El servicio de estudios de la entidad señala que si bajan las cotizaciones sociales en 2,3 puntos y sube el IVA y los impuestos especiales para costearlo, se crearían 200.000 empleos y el PIB crecería un 0,7%

MADRID Actualizado: Guardar
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El servicio de estudios de BBVA publica hoy su propuesta de reforma laboral para el futuro Gobierno que salga de las urnas. Los economistas de la entidad reclaman bajar 2,3 puntos las cotizaciones sociales y costear la pérdida recaudatoria con una subida de tipos del IVA e impuestos especiales de otros dos puntos. Ello permitiría crear 200.000 empleos e inyectaría un crecimiento adicional del 0,7% del PIB a largo plazo, según el informe «Hacia un mercado de trabajo más eficiente y equitativo». El nuevo modelo financiaría la Seguridad Social con impuestos y reduciría las trabas a la contratación en lo que sería equivalente a una "devaluación fiscal" apunta BBVA Research.

Tras más de 50 reformas laborales aprobadas desde 1980, el servicio de estudios propone una batería de medidas para flexibilizar el mercado laboral y reducir la tasa de paro estructural de la economía española (que tradicionalmente ha doblado a la europea).

Uno de los campos que recibe más atención es la búsqueda de empleo. El organismo recomienda acortar la duración máxima del subsidio de paro de 24 a 18 meses. España es uno de los países de la OCDE con una duración mayor de este tipo de ayudas y, según BBVA, «cuanto más se prolonga» el tiempo de percepción, «menor es el incentivo a encontrar trabajo, sobre todo entre los beneficiarios de derechos de larga duración y los parados de mayor edad perceptores de subsidios».

Asimismo, piden que se ligue el cobro de estas prestaciones a que el parado participe en «programas de activación» para encontrar empleo. Además, las prestaciones variarían en función del estado de la economía: si hay recesión y escasas posibilidades de encontrar empleo, serían mayores y se extenderían más tiempo; en momentos de bonanza, adelgazarían su duración.

Esta no es la única medida para que el mercado laboral sea más flexible al ritmo de la economía: BBVA también recomienda eliminar las claúsulas de salvaguarda que fijan revisiones de salarios ligadas a la inflación.

Duplicar el presupuesto de búsqueda de empleo

Este aluvión de propuestas deberán ir acompañadas en todo caso por una mejora de las políticas activas de empleo. BBVA propone aumentar la dotación presupuestaria para ello del 0,7% del PIB al 1,3%, por encima de Alemania y en la media europea, para garantizar cursos para desempleados más largos y especializados. De esta forma, si en la actualidad un parado recibe 1.400 euros en políticas activas de media, la entidad propone que la cantidad se eleve a 2.700 euros. Así, el empleado estaría menos tiempo cobrando prestación, pero se formaría más y encontraría antes trabajo, contempla la propuesta de la entidad. España está por debajo de la media europea en políticas activas, que asciende a 2.800 euros por parado.

Para financiar este incremento presupuestario, propone que los recursos adicionales procedan del Fondo Social Europeo. Además, este mayor seguimiento del desempleado –con un aumento de personal en los servicios de empleo y guías personalizados– reduciría otro tipo de políticas activas que hay en la actualidad como las bonificaciones a la contratación.

Sanciones a parados que no busquen empleo

Junto a ello, el servicio de estudios desgrana que sería «deseable» agilizar las sanciones en caso de que el parado rechace la primera «oferta adecuada» que le remitan los servicios de empleo (con un menor cobro de la prestación) y suavizar las restricciones de distancia geográfica en la búsqueda de trabajo, para que un desempleado aceptara un puesto en otra localidad.

Para los trabajadores recomienda generalizar el pago por productividad, incluso sustituyendo a los complementos por antigüedad. La entidad aboga por la flexibilidad salarial para crear empleo y señala que «una disminución del salario real del 7% podría incrementar la ocupación un 10,4% y el PIB un 8,3%».

Contrato único

Como ya hizo en su anterior propuesta de reforma laboral publicada en noviembre de 2014, BBVA vuelve a pedir un contrato único fijo con indemnización por despido creciente según la antigüedad. Partiría de 8 días por año trabajado en el caso del despido objetivo hasta llegar a un máximo de 20 y de 33 en el caso del improcedene, que se cobraría tras 8 años empleados.

Esta propuesta es similar a la que pactaron PSOE y Ciudadanos, en su momento aunque el partido de Albert Rivera proponía que el punto de partida fueran doce días por año trabajado. Junto a este contrato, el servicio de estudios del banco recomienda que haya uno temporal causal (con una duración máxima de 2 años) y uno de formación y aprendizaje, para así atacar el fraude de numerosos contratos temporales.

Mochila austríaca en la prestación de paro

BBVA Research también reclama, como ya hizo en el pasado, una «mochila austríaca» de indemnización por despido que la empresa financie con parte del sueldo del trabajador, de forma que el empleado se pueda llevar esta cantidad si cambia a otra empresa y no pierda así derechos adquiridos. Ascendería a 8 días por año trabajado y para los salarios mínimos interprofesionales, esta cantidad la cubriría la Administración.

Esta propuesta la extiende a la prestación por paro, por lo que recomienda «integrar las prestaciones en un sistema de cuentas individuales similar a la propuesta para las indemnizaciones». De esta forma, las empresas irían engordando un fondo de capitalización individual para hipotéticas crisis laborales –y futuros despidos–, lo que construiría un colchón anticíclico.

Todo ello «reduciría la tasa de temporalidad -en el 25% en la actualidad- entre 6 y 11 puntos y la tasa de paro entre 3 y 6 puntos, lo que aumentaría a largo plazo el PIB (entre un 4,1 y un 12%), las horas trabajadas y la equidad» vaticina la entidad.

Incentivos al empleo estable

Para ahondar en esta lucha contra la temporalidad, las sugerencias de BBVA recogen que haya bonificaciones para las empresas que apuesten por el trabajo estable y sanciones para las que tienen una elevada rotación laboral. A la hora de primar unos convenios sobre otros, BBVA Research sugiere ampliar los de empresa sobre los sectoriales en todos los ámbitos donde sea posible y eficiente. Así, defienden, aumentaría la competencia entre las compañías.

Replantear el número de titulaciones

Los últimos puntos de las treinta páginas del documento de BBVA –firmado por los economistas de la entidad Miguel Cardoso, Rafael Doménech, Juan Ramón García, Jorge Sicilia y Camilo Andrés Ulloa– hacen hincapié en la educación. Piden fomentar la formación profesional dual–es decir, que combina estudios con trabajo remunerado– y replantear el número de titulaciones existentes, su contenido y duración. Todo un mensaje para el futuro Ejecutivo.

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