Pedro Sardina - Virando por Estribor

Esta casa es una ruina

La realidad es que en Río se han ganado cero medallas y que solo dos tripulaciones han estado a la altura

Pedro Sardina
Madrid Actualizado: Guardar
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Desde los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, la vela española siempre había sido el deporte que salvaba el medallero español en los Juegos. En Australia no sacó ningún metal y fue la evidencia de que había un claro cambio generacional. Llegaron los Íker, Xabi, Trujillo... y se fueron marchando algunos regatistas que se habían apoltronado en el equipo. Llega a la presidencia de la Federación Española de Vela Gerardo Pombo y con él una nueva generación de regatistas, que no pueden hacer maravillas porque la Federación, o mejor dicho, el Equipo Olímpico carece de patrocinador, exceptuando unos pocos afortunados, a los que Pombo ampara en vez de hacer todo lo posible con ese patrocinador para que vuelque sus dineros en todo el equipo olímpico.

Es más, ni tan siquiera el patrocinador en cuestión patrocina directamente a ese puñado de deportistas, que tienen como albacea a una tercera persona, que nada tiene que ver con la vela olímpica.

La vela olímpica se resquebraja después de aprobar un equipo olímpico con 60 personas, que malcobran lo que les corresponde exceptuando algunos regatistas que siguen patrocinados desde fuera
Pedro Sardina

De esta manera pasamos los Juegos de Pekín, con dos medallas (Fernando y Antón, oro, y Íker y Xabi, plata) y Londres, con otras dos (Marina y Támara, Ángela y Sofía, ambas tripulaciones de oro). Sigue faltando el dinero y la Federación Española entra en barrena hacia la ruina. A Pombo se le ocurre pedir unos Campeonatos del Mundo de Clases Olímpicas para su ciudad natal, Santander, y más ruina para la Federación.

Tras los Juegos de Londres, Pombo tiene que dejar la presidencia de la Federación por imperativo legal y llega, después de unas elecciones muy oscuras y con unos rivales prácticamente desconocidos para el mundo de la vela, José Ángel Rodríguez Santos, que se hace cargo del Mundial y nombra a Pombo director del mismo con un sueldazo. Como no hay dinero, al año, Gerardo Pombo es despedido y se contrata a Rafael Munilla, que tampoco hace otra cosa que no sea cobrar un sueldo que no se gana. La Federación Española está en quiebra, pero el CSD no quiere saber nada y se lava las manos. Solo las aportaciones generosas de la alcaldía de Santander y del Banco de Santander sacaron adelante el Mundial con José Ángel como director.

Mientras tanto la vela olímpica se resquebraja después de aprobar un equipo olímpico con 60 personas, que malcobran lo que les corresponde exceptuando algunos regatistas que siguen patrocinados desde fuera. Moción de censura que gana Julia Casanueva y muchos follones en la preselección del equipo que irá a Río. Cambio generacional improvisado y sobre la marcha y demasiado optimismo que llega hasta las cuatro medallas.

La realidad es que en Río se han ganado cero medallas y que solo dos tripulaciones han estado a la altura del merecimiento de estar en Río.

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