Eurocopa2016
Eurocopa 2016 Pasión por los héroes
Delirio y colapso en el aeropuerto de Lisboa para recibir a la selección, antesala de un desfile popular por las principales calles de la capital portuguesa
El día después amaneció en Lisboa con resaca, pero con el ambiente festivo todavía intacto. Fueron miles los portugueses que no quisieron perderse la llegada de sus héroes al aeropuerto Humberto Delgado, lo que provocó el delirio y el colapso al borde de las 12.40 (hora local, 13.40 en España).
Todos anhelaban ver de cerca a Cristiano Ronaldo, Rui Patrício, Nani, Renato Sanches, Éder, Joao Mário, Adrien Silva... Sin distinción de colores: los fans del Sporting y los del Benfica, quienes tuvieron un recuerdo para el gran Eusebio, el faro del fútbol moderno en Portugal.
El avión que trasladó a los componentes fue bautizado con el nombre del 'crack' de los años 60 y se oyeron gritos que lo coreaban en medio de una algarabía colectiva que dio paso a un apretado plan de celebraciones.
Del aeropuerto al Palacio de Belém, donde reside el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, presto a condecorar a los jugadores uno a uno con la Orden de Mérito de los comendadores.
Cristiano Ronaldo y el entrenador, Fernando Santos, descendieron en primer lugar, con la Copa en las manos y un amplio gesto de satisfacción en sus rostros. No había tiempo que perder: dos autobuses panorámicos aguardaban y los aficionados hacían planes para invadir las calles por segundo día consecutivo.
Cómo no, sonaba el clásico 'We are the champions', del grupo británico Queen, himno oficioso en este tipo de conmemoraciones.
Después de Rebelo de Sousa, el baño de masas a través del Largo do Rato, la plaza Marqués de Pombal, la Avenida da Liberdade, Restauradores, Rossio, Praça da Figueira, Martim Moniz, Avenida Almirante Reis... todos los principales rincones de la capital portuguesa.
El júbilo desbordante no podía (ni quería) contenerse, que se trata del estreno del país vecino en una celebración de este calibre.
La asistencia de público era tal que los vehículos apenas podían avanzar en su recorrido. Gritos por todos los rincones, después de que las gentes se afanasen en comprar todo tipo de productos de 'merchandising', con el sector haciendo su agosto en pleno mes de julio.
La tradicional melancolía de los ciudadanos lusos ha quedado atrás y los cánticos sustituyen a los lamentos, en espera de que el optimismo generado tire del carro y permita a Portugal mantenerse con la cabeza bien alta en el seno de la Unión Europea.
Consciente de la importancia del acontecimiento, Cristiano Ronaldo animó a sus compatriotas a entonar 'A minha casinha', uno de los temas más populares del grupo Xutos & Pontapés, la banda pop con mayor número de adeptos de norte a sur.
