Hace 12 años de aquel Cristiano Ronaldo, de apenas 18 años, desconsolado por haber visto como la Eurocopa se le escapada de las manos. Portugal jugaba en casa. Era la última y gran oportunidad para la «Generación de Oro» portuguesa: Luis Figo, Rui Costa, Nuno Gomes, entre otros, que compartían filas con los recién coronados Campeones de Europa con el Oporto: Carvalho, Deco, Maniche y Costinha.

Entre todas esas leyendas se había hecho hueco un jovencísimo Cristiano Ronaldo. Llegaba tras disputado su primera temporada en el Manchester United. Debutó con su selección en semifinales para vivir, como ya ha confesado en diferentes ocasiones, un día que borraría si pudiera de su memoria. El día en el que Grecia le arrebataba el campeonato a una Portugal que se había visto vencedora antes de siquiera jugar la final... Las imágenes de aquel chaval al finalizar el partido llorando, destrozado, dieron la vuelta al planeta.

Ahora, el de Madeira es un fijo en la selección portuguesa, uno de los que rompe récords. Como el mismo ha confesado: «Entonces sólo tenía 18 años. Estaba en el principio de mi carrera y han pasado 12 años desde entonces», afirmó; pero su sueño sigue siendo el mismo: «mi sueño es conseguir algo (un título) para Portugal».

Ayer, cuando sonó el pitido final ante Gales, Cristiano, ya con 31 años, festejó el pase a la final con la misma intensidad que en 2004. La historia le regala la oportunidad de enmendar aquel traspiés siendo ahora el jugador que más partidos de fases finales europeas ha disputado (19) y el primero en marcar en cuatro de ellas de forma consecutiva (desde 2004).

Por si esos datos no dan confianza suficiente al tres veces Balón de Oro, ayer acumuló tres récords más. El capitán portugués igualó a Michel Platini, con nueve goles, como máximo goleador histórico de la competición. Al marcar, también se convirtió en el primero en lograr anotar en dos semifinales distintas desde 1964. Entonces ya lo hicieron los rusos Valentin Ivanov y Viktor Ponedelnik, que con la Unión Soviética marcaron frente a Dinamarca (3-0) y cuatro años antes, en la primera edición, contra Checoslovaquia (3-0). Además, con su simple presencia en el campo se posicionó como el primer jugador en disputar tres semifinales (2004, 2012 y 2016).

No todo es Europa

Su carrera no solo ha sido batir marcas en la Eurocopa. En el Manchester United, equipo en el que continuó hasta 2009, se consagró como uno de los mejores futbolistas jóvenes del momento. Sin embargo, fue en el Real Madrid donde alcanzó su máximo nivel. En el conjunto merengue lo ha ganado todo: títulos de Liga, Copas del Rey y se ha proclamado campeón de Europa en dos ocasiones. También se ha convertido en el máximo goleador de la historia del club con 364, superando a jugadores históricos como Raúl González (323) y Alfredo Di Stefano (307).

Aunque si se habla de goles y Cristiano, los récords se multiplican. Ha batido el de máximo anotador en competiciones de clubes con 96 goles. En la Liga de Campeones también aparece como mayor anotador de la competición con 93 goles en total, y con 17 anotaciones en una sola temporada, la de 2013-14. Por si fuera poco, la UEFA le contempla como máximo goleador de todas las competiciones (131 goles).

Cristiano tiene este sábado una nueva oportunidad. Con las ideas igual de claras, pero con mucha más experiencia. Ya no queda nadie de esa «Generación de Oro», pero han llegado otros, los que serán capitaneados por el de Madeira hacia la mayor lucha que puedan ofrecer. Tengan por seguro que el número 7 de la selección lusa hará todo lo que esté en su mano para llevar a Portugal a conseguir su primera Eurocopa. «Espero que acabemos la final con un sonrisa o en todo caso lágrimas de alegría. Estamos más cerca y creo que vamos a ganar», sentenció.