El Granada arrincona a Samper para no pagar al Barça

Sergi Samper regresará al Barcelona en cuanto acabe la temporada. El canterano, que tiene contrato con el club azulgrana hasta el 2021, se marchó cedido al Granada esta temporada para tener minutos y foguearse en Primera división. No obstante, no esperaba encontrarse todos los problemas que ha vivido, con dos cambios de entrenador incluido, ni, sobre todo, la situación que está viviendo en estos momentos. Y es que con el equipo ya descendido matemáticamente, los rectores del Granada han decidido que primara el tema económico al deportivo, por lo que han dado órdenes al cuerpo técnico para que el centrocampista no vuelva a jugar. La clave está en la cláusula que se firmó en el contrato de cesión, por el que el Granada debería pagar 250.000 euros si Samper disputaba la mitad de partidos.

Así se lo comunicó el entrenador del equipo andaluz, Tony Adams, que ha prescindido de sus servicios en las tres últimas jornadas y ya le ha dejado claro que, salvo cambio de opinión, tampoco disputará los dos últimos encuentros que le quedan. Samper ha pasado del equipo a no estar ni en las convocatorias. Cuando el Granada perdió ante el sevilla a falta de cinco jornadas para el término de la competición ya sabía que acabaría en Segunda. Adams se reunió con Samper y le explicó la decisión de la directiva. No entró en las convocatorias ante Málaga, Real Sociedad ni Real Madrid. Y tampoco estará esta semana ante Osasuna ni en el último encuentro ante el Español.

Samper debutó con el primer equipo del Barcelona en 2015 y el club lo contempla como una valiosa apuesta de futuro, aunque en estos momentos Sergio Busquets le cierra el paso en la titularidad. Por este motivo, desde el Camp Nou se estimó que una cesión sería el escenario ideal para que se curtiera y regresara formado y con experiencia. El Granada fue el equipo escogido después de que Samper recibiera el visto bueno de Paco Jémez, el entrenador que empezó en el banquillo andaluz. El técnico le garantizó minutos y todas las partes se mostraron satisfechas.

No obstante, las cosas se torcieron desde el principio y Jémez solo duró seis jornadas. «Estoy aprendiendo lo que es jugar fuera del Barça. Paco Jémez me convenció y solo duró cuatro partidos. Llegó Lucas, un cambio drástico. Me costó entrar, pero ya llevo 21 partidos. Yo lo que quiero es quedarme en el Barça, es mi sueño desde pequeño, he rechazado ofertas porque quería estar en el Barça y mi sueño es llegar a la primera plantilla. Es imposible no pensar en el Barça cuando veía que Sergio Busquets no podía jugar algunos partidos. Yo soy muy culé y lo que quiero es jugar en el Barça. Si hubiese podido, me habría quedado, pero al final se hizo así y ya no se puede hacer nada», explicaba el propio Samper hace apenas un mes, cuando no sabía que su situación en el Granada iba a cambiar drásticamente. Y añadía sobre su regreso al Camp Nou: «Si se queda Unzué, le conozco bastante. Lo importante sería hacer una buena pretemporada».

Hay que tener en cuenta que el Granada ha sido esta temporada el equipo de los líos. En mayo de 2016, con la colaboración de Pere Guardiola , el club pasó a ser propiedad de la sociedad china Link International Sports Limited, del grupo chino Desports, con Jiang Lizhang como nuevo dueño. La operación se cerró en 37 millones de euros. El primero objetivo fue la búsqueda de entrenador. Sampaoli desestimó la oferta y se firmó a Paco Jémez. Lucas Alcaraz le sustituyó cuando fue cesado en tras la sexta jornada y comenzó encajando una goleada ante el Atlético (7-1). Al término de la primera vuelta ya era penúltimo con solo 10 puntos. La situación se intenta revertir en el mercado de invierno con seis fichajes. Los malos resultados llevan a la destitución de Alcaraz y a la llegada de Tony Adams cuando faltan siete jornadas para el final de Liga. El nuevo técnico es una leyenda del Arsenal pero su experiencia en los banquillos es casi nula. Además, no habla español, lo que dificulta el entendimiento en un vestuario en el que conviven jugadores de 17 nacionalidades. De hecho, en el partido ante el Betis se vivió una situación inédita al jugar el Granada con 11 futbolistas de diferentes nacionalidades.