El verano de los porteros

Con dos meses y medio frenéticos por delante, todavía es pronto para escudriñar por dónde va a explotar el mercado estival de fichajes, pero lo que sí parece claro es que hay una demarcación que va a ocupar portadas y minutos de televisión y radio a mansalva. Los porteros han comprado muchos boletos para convertirse en los reyes de un verano en el que los fichajes imperiales de cien millones de euros parece que pasarán al olvido.

El equipo que concentra el mayor morbo bajo el larguero es el Real Madrid. Así lleva siendo desde hace ya tres años, cuando Mourinho decidió juntar en el mismo equipo a Diego López y Casillas. Ahí se inicio el viaje de Íker hacia las catacumbas del Bernabéu, y tras dos temporadas y media de guerra civil, la entidad blanca ha decidido poner punto y final a un sainete tan sonrojante e innecesario como injusto para sus actores.

El verano pasado salió Diego López y este lo va a hacer Casillas, salvo giro inesperado de los acontecimientos. Mientras, De Gea espera con tranquilidad que su traspaso al Real Madrid se termine de rubricar, y Keylor Navas también aguarda con calma este movimiento con el deseo de partir de cero desde la pretemporada y convencer a Rafa Benítez de que su sitio está en la portería y no en el banquillo. Aunque a muchos ya se les ha olvidado, el costarricense fue el mejor guardameta del Mundial de Brasil junto a Neuer.

El PSG, a por Diego López

Mientras tanto, Diego López afronta otro verano agitado tras su fichaje por el Milán la pasada temporada. El lucense no está totalmente identificado con un equipo que ni siquiera disputará competiciones europeas y cuyas opciones de pelear por el Scudetto son prácticamente inexistentes. Por suerte para él, el PSG ha puesto sus ojos en el exmadridista, sabedor que con Sirigu en el marco es imposible dar ese salto de calidad que exige la Champions cuando llegan las eliminatorias de la verdad. Seis millones de euros es la cláusula del guardameta gallego, una cantidad asequible para las arcas galas.

Cruzando el Canal de la Mancha, nos adentramos en las islas británicas, donde los guantes también son protagonistas. El United ya tiene claro los dos posibles sustitutos de De Gea para cuando el madrileño rubrique su pase al Real Madrid: Lloris, guardameta del Tottenham y capitán de la selección francesa; y Cillessen, portero del Ajax. Uno de los dos llegará a Manchester con el consiguiente enfado de Valdés, que no entiende por qué Van Gaal no deposita en él su confianza para la próxima temporada. Pero para el técnico holandés, la maltrecha rodilla derecha de Víctor no es sinónimo de seguridad.

Precisamente con Valdés aparece en escena otro de los equipos que tiene como prioridad número uno su portería: el Valencia. Diego Alves sufrió en la última jornada de Liga la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de su rodilla derecha y hasta febrero no se le espera por los terrenos de juego. Para un equipo que tiene previa de Champions a mediados de agosto no existe ahora mismo otro objetivo que cortar cuanto antes la hemorragia que ha provocado la importante baja del brasileño.

Roberto, el guardameta del Olympiacos es la primera opción del club ché, pero la entidad griega se ha descolgado pidiendo ocho millones de euros. Ahí es dónde emerge la figura de Víctor Valdés, aunque su pasado azulgrana hace poco viable la operación. «Memo» Ochoa y Petr Cech también aparecen en las quinielas. En el caso del mexicano, su inactividad en el Málaga durante toda la temporada genera dudas en la dirección deportiva ché y en lo que respecta al checo, su alta ficha complica la operación.

El último gran portero que cambiará de silla este verano será Pepe Reina, aunque en este caso su nuevo acomodo es un viejo amigo. Terminada su cesión en el Bayern, el Nápoles, su equipo durante la campaña 2013-2014, le ofrece regresar con un contrato de tres años a cambio de dos millones