Messi se lamenta tras fallar el penalti en el descuento
Messi se lamenta tras fallar el penalti en el descuento - Reuters
Champions League

Brillante reacción europea del Barça

Dos goles de Suárez en una gran primera parte encarrilan el pase de los azulgrana, que perdonaron la sentencia (1-2)

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M. City1902Barcelona

El Barcelona espantó los fantasmas en la Champions gracias a una trabajada victoria ante un rival que fue más grande en la previa que sobre el césped. Doblete de Suárez, protagonista, y penalti fallado por Messi al final. [Así narramos en directo el Manchester City-Barcelona]

Luis Enrique, contradictor por definición, le dio la razón a todas las previas con la alineación. Sin sorpresas, el asturiano volvió a la asimetría Iniesta-Rakitic en la medular y sacrificó la envergadura de Mathieu en beneficio de las piernas de Mascherano, que junto a Piqué se anticipó al escaso peligro que generaron los Agüero, Silva o Nasri en una primera parte que sirvió prácticamente para sentenciar el cruce.

Igual que el año pasado, el City asustó más sobre el papel que con el balón en juego y pagó muy cara la indefinición de Pellegrini, que prometió una guerra que luego su equipo no supo representar contra la mejor versión del Barça, la más seria y contundente.

El entrenador chileno siempre podrá decir que le faltaba el sancionado Touré, pero ni siquiera la ausencia del marfileño, santo y seña de la medular «citizen», justifica tanta mediocridad.

Tres días después de verse claramente superado en el apartado táctico por Gracia y su Málaga, Luis Enrique volvió a respirar en Manchester y atajó el atisbo de crisis gracias a una exhibición coral que Luis Suárez, acertadísimo en su primer regreso a Inglaterra, transformó en dos goles de matador. El primero llegó casi por sorpresa después del típico servicio lateral que suele perderse por la tradicional inferioridad física del Barça en el área contraria. Centró Messi desde la derecha buscando al «9», rechazó defectuoso Kompany y el propio punta aprovechó el regalo, fuerte y cruzado, ante un viejo conocido, Joe Hart, al que también batió dos veces en el último mundial. Suárez abrió la cuenta, pero la secuencia recordó que Messi es tan peligroso proponiendo como finalizando.

La finura del argentino avisó un par de veces antes del 0-2, que llegó en el minuto 31 de nuevo gracias a la bendita libertad del «10», que encaró en diagonal desde la derecha y observó la llegada del incansable Alba, que paró un instante para detectar el espacio donde debía servir el esférico. El lateral tuvo tiempo, merced a la poca oposición del City, para servir preciso rumbo a Suárez, que olió sangre para batir al portero. Entre el martillo del charrúa y el pincel de Messi taparon la floja actuación de Neymar, que abandonó el partido enfadado.

Los malos modos del paulista fueron una simple anécdota que no arruinó el papel fiable que interpretó el Barça también gracias al trabajo completo de Rakitic, al temple de Iniesta y a la buena compenetración de los centrales culés, que solo sufrieron durante la lógica reacción que el City reservó para su regreso tras el descanso.

Agüero, muy desasistido en la punta «citizen», maquilló la decepción de su equipo tras una gran asistencia de Silva en la frontal. El público trató de ilusionarse tras el gol del «Kun», pero entre la superioridad del Barça y la expulsión de Clichy Pellegrini decidió que el 1-2, visto lo visto, no era tan malo. De hecho, fue aún mejor cuando Hart le detuvo a Messi sobre la bocina un penalti que él mismo recibió.

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