La noche que Gatlin masacró a Bolt

Tambores de guerra en el «Nido de Pekín». Usain Bolt pondrá este mediodía a prueba su reinado como el hombre más rápido del mundo. Apenas cuatro días después de reforzar su supremacía en los 100 metros lisos, la leyenda jamaicana volverá a salir a la pista para disputar la final de 200 (14.55 horas, Teledeporte y Eurosport), en la que Justin Gatlin será otra vez el principal aspirante a derrocarlo.

[Directo: final de los 200 metros en el Mundial de Pekín]

Para Gatlin será la enésima oportunidad de batir al dominador de la velocidad en la última década. Fue hace diez años, con un Bolt aún adolescente, cuando el americano se proclamó campeón del mundo de los 200 metros por última vez.

Aquella noche en Estocolmo, Bolt cruzó la línea de meta cuando Gatlin ya celebraba su éxito. El jamaicano, lesionado a falta de 50 metros, terminó la prueba caminando, con la mirada fija en su rival, que festejaba su doble éxito –en 100 y 200–, al tiempo que auguraba un largo dominio en la velocidad mundial.

Lo que no imaginaba entonces Gatlin es que su carrera iba a truncarse, mientras que su joven rival de esa noche, en el que nadie reparó, iba a comenzar un ascenso imparable hacia la leyenda. Dos años después, con Gatlin suspendido por dopaje, Bolt ascendía ya al segundo lugar del podio en los 200 y poco después, en el mismo escenario donde hoy buscará su enésima corona en la velocidad mundial, se convertía en triple campeón olímpico con sendos récords del mundo.

El dopaje y el largo retorno a la elite de Gatlin han pospuesto esa revancha hasta hoy, cuando ambos vuelvan a verse las caras en una final de 200 metros en la que parten como favoritos. Son los únicos que han bajado de los veinte segundos en semifinales y eso que ninguno de los dos apretó hasta el final para clasificarse. El duelo está servido. Espara la redención de Gatlin.