Frascuelo, en un pase de pecho
Frascuelo, en un pase de pecho - afp

Detalles de toreo caro de Frascuelo en la Feria de Arles

Román Pérez corta la única oreja en el coso francés

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El diestro francés Román Pérez cortó la única oreja del festejo con el que se inauguró hoy la Feria de Pascua de la ciudad francesa de Arles, en el que Carlos Escolar "Frascuelo" dejó detalles de toreo caro ante una corrida buena aunque justa de fuerzas de la ganadería de Dos Hermanas.

Toros de Dos Hermanas, propiedad de Patrick Laugier, bien presentados a pesar de la desigualdad de hechuras: más vareados los dos primeros y el último y bien rematados los otros. Corrida justita de fuerzas pero con calidad en conjunto, destacando el primero por su clase, el segundo por su nobleza, el cuarto que fue el más completo y el sexto por su entrega por el pitón derecho. Informa Efe.

Carlos Escolar "Frascuelo": media y estocada (palmas); y media (vuelta al ruedo tras aviso).

Curro Díaz: pinchazo y estocada delantera (silencio); y estocada atravesada, pinchazo y media (palmas).

Román Pérez: estocada (palmas); y estocada de efecto fulminante (oreja).

En cuadrillas, Marco Leal saludó tras banderillear al tercero.

La plaza tuvo un tercio de entrada en tarde soleada.

Frascuelo se encontró en primer lugar con un bonito burraco carbonero, de buen galope y fuerzas justas. Después de dos picotazos en el caballo, derribando en el primero, el toro lució una embestida larga, lenta, humillada y enclasada por el pitón izquierdo. Toro de ensueño para un torero de la clase de Frascuelo, que firmó una faena pulcra y elegante, destacando varios naturales sentidos y encajados.

El cuarto fue el toro más completo de la corrida: serio, astifino, bravo y con fondo, que, además, transmitió mucho aunque pesara un punto de más en la báscula. Frascuelo se entendió por momentos con él, mas en conjunto pudieron más las embestidas que las telas. Faena larga, con momentos de calidad, pero sin llegar a redondear lo suficiente. Dio una sentida vuelta al ruedo.

El jabonero sucio y salpicado que hizo segundo evidenció tanta calidad como poca fuerza. Lo protestaron con razón desde el tendido, pero el presidente optó por mantenerlo se mantuvo. Curro Díaz lo mimó, e incluso dibujó algunos muletazos sueltos de buen aire, pero las continuas caídas del astado deslucieron su quehacer y las protestas del púbico le invitaron a abreviar.

El quinto, un toro serio, bragado, gargantillo y astifino, fue bravo en dos puyazos pero un feo volatín en banderillas mermó desgraciadamente sus facultadas. Díaz llevó a cabo una faena inteligente, algo fría, sin poder alcanzar un mayor nivel por la falta de fuerza del oponente, pero valorada por el buen público arlesino.

También se desgastó empujando en el caballo el bonito y cuajado castaño que saltó en tercer lugar, y que se lastimó algo a principio de faena por culpa de un tirón inoportuno de Román Pérez, que puso voluntad durante todo su quehacer.

El sexto, un burraco bravo y humillador, tuvo calidad y transmisión por el pitón derecho, pero se quedaba corto por el izquierdo. Faena larga sin acople excesivo de Román Pérez, con algunos muletazos logrados y otros echando las embestidas para fuera. A pesar de tantas desigualdades, el efecto rápido de la estocada le permitió cortar una oreja.

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