Los ruteros visitan la Pirámide del Adivino, en Uxmal
Los ruteros visitan la Pirámide del Adivino, en Uxmal - Ángel Colina

Ruta QueztalLas maravillas mayas de Uxmal

Los ruteros visitan esta zona arqueológica, Patrimonio de la Humanidad

Guatemala Actualizado: Guardar
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La visita a la zona arqueológica de Uxmal es impresionante. Esta ciudad, fundada en el siglo VII y declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1996, es una de las capitales prehispánicas más importantes de la antigua cultura maya. Al contrario que otras, que surgieron a partir de la evolución de pequeños asentamientos, ésta ya se concibió desde el principio como una gran urbe.

Distribuida a lo largo de 10 kilómetros cuadrados, el estilo que predomina es el Puuc, aunque también se pueden observar influencias de otras culturas. En su conjunto, representa uno de los ejemplos más impresionantes de Yucatán y del arte arquitectónico maya.

Aunque los ruteros sólo pueden visitar una parte, es suficiente para maravillarse.

Nada más comenzar el paseo aparece, majestuosa, la Pirámide del Adivino o del Enano, único templo conocido de la cultura maya con la planta ovalada, que tiene 35 metros de altura y unos 50 de ancho.

Estos dos nombres provienen de la leyenda que le contaron al investigador estadounidense John Lloyd Stephens, según la cual fue levantada por un enano nacido de un huevo en tan solo una noche. En realidad se erigió en cinco etapas, cubriendo un templo con otro, aprovechando estructuras previas. Gracias a los trabajos de los arqueólogos, se puede ver una muestra esas distintas fases en una de sus caras.

Stephens viajó a esta zona acompañado por Frederick Catherwood y Samuel Cabot en 1841, atraídos los tres por lo escrito por el austriaco Jean Frederic Waldeck en su libro «Viaje pintoresco y arqueológico en la provincia de Yucatán», publicado en 1838. En él, Waldeck recogió el resultado de sus estudios en Uxmal. Durante su visita a estos restos arqueológicos, Stephens tomó apuntes sobre los edificios y la cultura, Cartherwood realizó ilustraciones y Cabot estudió la fauna de la zona.

Los chicos pasan después al Cuadrángulo de las Monjas, llamado así porque a los españoles sus estancias les recordaban a las celdas de un convento. Esta zona albergaba edificios administrativos para las élites, con habitaciones estrechas de paredes inclinadas, rematadas con bóvedas mayas. En esta zona, los ruteros pueden apreciar también la importancia que se da a la choza maya, representada en los frisos.

En la escalinata de uno de los edificios del cuadrángulo, los miembros de la expedición se sacan una foto de grupo. Mientras las cámaras funcionan, la canción de la RutaBBVA (@RutaBBVA) suena en forma de silbido.

Foto de grupo en el Cuadrángulo de las Monjas
Foto de grupo en el Cuadrángulo de las Monjas - Ángel Colina

La visita continúa con el paso por el juego de pelota, que lleva al Palacio del Gobernador. Desde él, las vistas son maravillosas: se ve todo lo visitado ya con la perspectiva de la altura. Pepa Iglesias, profesora honorífica de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Antropología de América, explica que la planificación de las ciudades tiene mucha teatralidad, con ubicaciones elegidas con intención y «dibujadas» para ver y que te vean. Uxmal es un buen ejemplo de ello.

El paisaje desde la Gran Pirámide, ubicada al lado del Palacio del Gobernador, no se queda atrás. Desde su cima, las cámaras siguen acumulando fotos, algunas de las cuales captan El Palomar, conjunto de edificios que forman una gran acrópolis y cuyo nombre le viene dado por el gran parecido que tienen los calados de las cresterías del edificio norte con un palomar.

Tres horas no son suficientes para apreciar Uxmal en todo su esplendor, pero los ruteros tendrán que conformarse. Quizás algunos repitan en un futuro. Estos restos arquitectónicos bien lo merecen.

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