Félix G. Modroño: «Zúñiga tiene una gran influencia de Guillermo de Baskerville y Sherlock Holmes»

Félix G. Modroño (Bilbao, 1965) es un escritor que se ha forjado a sí mismo, novela a novela, hasta ir construyendo un universo propio en el que sobresale un personaje que ha protagonizado tres de sus historias, Fernando de Zúñiga. Este doctor con dotes detectivescas, nacido en plena decadencia del imperio español —en el siglo XVII—, se traslada a la Venecia de 1684 para participar en una importante misión diplomática contra el turco, pero a la vez que se ve envuelto en la desaparición de valiosas reliquias, entre ellas el Santo Grial de Valencia. Esos son los ingredientes con los que parte «Sombras de agua» (Algaida), tercera entrega de esta saga que se presenta este miércoles a las 20:00 horas en el restaurante Milonga’s Nervión (calle Luis de Morales, 32), junto al editor de Algaida, Miguel Ángel Matellanes.

Confiesa el autor de «La sangre de los crucificados» que ha localizado esta aventura del doctor formado en la Universidad de Salamanca en la ciudad del Gran Canal porque «quería que además de la visión de la España del siglo XVII hubiera otra desde fuera. Por eso me interesaba cómo los extranjeros nos veían a nosotros». Asimismo, dice que «los que somos rigurosos con la narrativa histórica no podemos inventar nada». De este modo, la novela retrata con maestría ese ambiente de preocupación que reinaba en Europa tras el Sitio de Viena (1683). De ahí que se quisiera poner en marcha una Santa Liga para combatir al turco. «España era una potencia venida a menos y deseaba más que podía, y Mariana de Austria, la madre del rey Carlos II, quería que Venecia participase en la Santa Liga», dice Modroño.

Por otra parte, y a diferencia de las otras dos novelas protagonizadas por Fernando de Zúñiga —«La sangre de los crucificados» (2007) y «Muerte dulce» (2009)—, en «Sombras de agua» «la historia es muy lineal, sin subtramas, y todo sucede durante cuarenta días». Otro elemento que diferencia a esta nueva entrega de las anteriores es que ésta «no es una historia negra o un thriller, es una novela con personajes muy reflexivos. Todos se asoman a la ventana del Gran Canal y eso es una metáfora de la ventana que se proyecta hacia el interior del alma. Pero el hecho de que sea más reflexiva no quiere decir que sea una historia exenta de tensión», insiste este autor.

La evolución de Zúñiga

Confiesa Félix G. Modroño que cuando publicó «La sangre de los crucificados» en 2007 «veía mayor a Fernando de Zúñiga, pero ahora yo soy mayor que él en esta tercera novela porque él tiene 49 años. Cada vez nos parecemos más. En cierta manera, intentar pensar como Zúñiga me ha influido, pero nos diferencian muchas cosas», sonríe. Y a pesar de que Modroño ha logrado cambiar de registro gracias a novelas tan reconocidas como «La ciudad de los ojos grises» o «Secretos del Arenal» (Premio Ateneo de Novela 2014), el autor bilbaíno reconoce que «Zúñiga es mi personaje favorito.Yo no quería que se me encasillara como el escritor o creador de Fernando de Zúñiga y escribí otras cosas, pero eso, curiosamente, se ha vuelto en mi contra, porque ahora tengo otros muchos lectores que se resisten a descubrir a Zúñiga. Y también hay lectores más de Zúñiga que se resisten a otras novelas mías que cambian de registro».

Por otra parte, este autor dice que «escribir sobre un personaje de detectives fuera de tópicos es muy difícil, ya que normalmente se habla de que éstos están divorciados o han caído en el alcohol. En el caso de Zúñiga, éste tiene una gran influencia de Guillermo de Baskerville y Sherlock Holmes».

En cuanto al futuro de esta saga del doctor Zúñiga, Félix G. Modroño dice que «los lectores son los que van a elegir». Además, asegura que «me encuentro cómodo recreando ambientes y ciudades pasadas, pero también me limita mucho».