Fotografía de Anne Marie Heinrich
Fotografía de Anne Marie Heinrich
EXPOSICIONES

Las grandes colecciones de arte afloran en Madrid

Coinciden en Madrid cuatro exposiciones con fondos de destacadas colecciones privadas: Hochschild, Coppel, Costantini y Sánchez-Ubiría

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Buena parte del coleccionismo privado ha tomado conciencia de su importancia en el apoyo a la creación contemporánea y ha integrado, de manera progresiva, la vocación de compartir socialmente sus fondos. En España, a pesar del desarrollo de infraestructuras culturales en las últimas décadas, la evolución ha sido desigual. Un marco fiscal adverso, un mercado pequeño y opaco, y la ausencia de convencimiento político para mejorar la situación han ralentizado su desarrollo. Un caso opuesto a la vertiginosa inclusión del arte latinoamericano -una entidad que no supone, en realidad, un mapa compacto- en los circuitos internacionales. A ello ha contribuido un tipo de coleccionismo desarrollado desde la propia América Latina, comprometido con el territorio e implicado en el reconocimiento de nombres consagrados y emergentes.

A este perfil responden el argentino Eduardo Costantini, el peruano Eduardo Hochschild, y los mexicanos Isabel y Agustín Coppel. Todos ellos han sido reconocidos en esta edición de ARCO con el premio «A» al coleccionismo. Además, abren al público parte de sus colecciones a través de muestras en Madrid, a las que se suma la que en torno a la colección Sánchez-Ubiría podemos visitar en Alcobendas

1. CONSTANTINI. Las salas de la colección permanente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando vuelven a actuar como anfitrionas de otras voces; en esta ocasión, se trata de la muestra Arte latinoamericano. Una mirada a la colección Costantini, que forma parte de la programación de Argentina como país invitado en ARCO. Bajo el comisariado de Estrella de Diego, recoge una selección de trece piezas de los artistas argentinos Lucio Fontana, León Ferrari, Xul Solar, Víctor Grippo, Lidy Prati, Yente y las fotógrafas Grete Stern y Annemarie Heinrich, procedentes de la colección personal de Eduardo Costantini, fundador y presidente del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. Pero, sin duda, la pieza estrella es Baile en Tehuantepec, pintada en 1928 por Diego Rivera y la más importante del artista mexicano en una colección privada. Arte latinoamericano. Una mirada a la colección Costantini. Real Academia de Bellas Artes, Madrid. C/ Alcalá, 13. Comisaria: Estrella de Diego. Hasta el 2 de abril.

2. HOCHSCHILD. La sala Alcalá 31 establece un alto en su línea expositiva, dedicada a artistas españoles de destacada trayectoria, para acoger una selección de obras pertenecientes a la familia Hochschild que busca advertir claves del arte contemporáneo realizado por artistas peruanos. El comisario, Octavio Zaya, ha optado por evitar narrativas generalizadoras y estructuras cronológicas a favor de una plataforma expositiva que facilita conexiones entre diversas propuestas caracterizadas por su alto cariz conceptual. En este sentido, entran en juego múltiples posibilidades de lectura para una nómina representativa del arte peruano de las tres últimas décadas pese a alguna que otra notable ausencia. En la exposición podemos encontrar figuras reconocidas internacionalmente, como Milagros de la Torre, Fernando Bryce, Sandra Gamarra o Mario Testino, junto a nombres menos conocidos para el público español, pero con poéticas deslumbrantes, como José Carlos Martinat, Jerry B. Martin o Ishmael Randall Weeks. La complejidad que supone construir una cartografía que hable de un arte nacional dentro del contexto global es solventada por medio de una selección que, lejos de buscar una especificidad artística peruana, plantea coordenadas de lectura capaces de asumir fisuras y contradicciones. Próxima parada: artistas peruanos en la colección Hochschild. Sala Alcalá 31, Madrid. C/ Alcalá, 31. Comisario: Octavio Zaya. Hasta el 16 de abril.

3. COPPEL. El interés de Isabel y Agustín Coppel no solo incluye el trabajo artístico de sus compatriotas mexicanos sino que alcanza a figuras esenciales de la creación contemporánea internacional. Así queda reflejado en Punto de partida, muestra ubicada en la Sala de Arte Santander e integrada por una impecable selección de más de un centenar de obras. Los comisarios, Magnolia de la Garza y Patrick Charpenel, han planteado un recorrido a través de cinco grupos temáticos atravesados por una idea, la de mestizaje, íntimamente ligada a los discursos sobre la identidad nacional mexicana. Pero más allá de la pertinencia del modelo propuesto el resultado es una exposición imponente: dos perturbadoras esculturas del brasileño Tunga abren caminos de preocupación antropológica, política y cultural que desembocan en propuestas tan rotundas como el Museo de piedras de Jimmie Durham, la monumental alfombra de Pierrre Huyghe, los «autorretratos ciegos» de Abraham Cruzvillegas, la serie fotográfica de Runo Lagomarsino acerca de la frontera entre México y Estados Unidos o los excepcionales trabajos de Superflex sobre la crisis financiera. Punto de partida. Colección Isabel y Agustín Coppel. Sala de Arte Santander, Boadilla del Monte (Madrid). Ciudad Grupo Santander. Comisarios: Magnolia de la Garza y Patrick Charpenel. Hasta el 11 de junio.

4. SÁNCHEZ-UBIRÍA. La estrategia de conjugar distintos tiempos históricos para abrir los márgenes de lectura también está presente en La idea en un signo, exposición comisariada por Sergio Rubira a partir de los fondos de la Colección Sánchez-Ubiría. Se trata de un conjunto excepcional en el contexto español y que se encuentra articulado a través de dos áreas: obras del denominado arte «tribal» africano y piezas de arte contemporáneo occidental. La propia naturaleza discordante de los dos núcleos ha llevado al comisario a plantear una narrativa «ficcional» que recupera aquellos discursos que vehiculaban relaciones más o menos pertinentes entre el denominado «primitivismo» y los nuevos horizontes de libertad buscados por las vanguardias. Afinidades forzadas pero profundamente evocadoras que son planteadas aludiendo a asuntos como la continuidad de las formas, los usos de los materiales, el artista como chamán o el pensamiento salvaje frente al científico. A lo largo de la muestra se acumulan coincidencias, resonancias y ecos tan inesperados como los que nacen del enfrentamiento entre un dispositivo luminoso de Dan Flavin con una máscara gitenga. El resultado es un relato que, como señala Sergio Rubira en el catálogo, «solo en apariencia pretende poner orden al caos y dar coherencia a lo ambiguo». La idea en un signo. Colección Sánchez-Ubiría. Centro de Arte de Alcobendas. C/ Mariano Sebastián Izuel, 9. Comisario: Sergio Rubira. Hasta el 6 de mayo.

5. INELCOM / BERGÉ / MATADOR. Entre las citas exclusivas que integran la agenda VIP de ARCO se encuentran las visitas a distintas colecciones privadas con sede en Madrid. En esta edición, unos pocos privilegiados podrán conocer de primera mano la Colección Bergé, que cuenta con obras de artistas como Ghada Amer, Martin Creed o Gerard Richter. En el Club Matador, y comisariada por María Corral, se podrán descubrir obras procedentes de las colecciones de los socios. Y la colección Inelcom, organizada a través de conceptos como energía, memoria y medio ambiente.

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