1994: el año más español de la feria

Madrid celebró en 1994 la XIII edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCO, que tuvo lugar en el pabellón de Cristal de la Casa de Campo. Fue inaugurada por la Infanta Doña Cristina acompañada por diversas personalidades del mundo de la cultura y la política.

En sus casi 10.000 metros cuadrados se dieron cita 143 galerías procedentes de 17 países –86 de ellas españolas–. Solo 57 galerías extranjeras participaron en esta convocatoria debido a la débil situación económica que atravesaba España, una época marcada por la recesión junto con la tímida aceptación del público español de la adquisición del arte foráneo.

Pese a los fracasos de las ediciones pasadas, y en palabras de la directora de ARCO´94, Rosina Gómez Baeza, la edición se presentó «bajo el signo de la reconstrucción del mercado, una recuperación lenta pero paulatina, surgida de nuestro entusiasmo, compromiso y confianza, así como, de los galeristas y artistas, en el mundo del arte».

Las tres grandes plantas en las que se dividió el complejo albergaron a más de 800 artistas de la plástica. Entre los nombres más representadas nos encontramos con Salvador Dalí, Picasso, Antoni Tàpies, Henri Matisse, Francis Bacon, Henry Moore, Donald Judd, Eduardo Chillida, Antonio López, Richard Serra, Robert Motherwell y Bruce Naumann, entre otros.

Bélgica: país invitado

Con el objetivo de potenciar el coleccionismo extranjero y la participación internacional en ARCO, se decidió dar un papel preferente a un país foráneo. En esta primera ocasión, Bélgica fue el país elegido. Participó en el certamen con 10 galerías y artistas de la talla de Kathe Burkhart, Luciano Perna, Jusuf Hadzifezivic, Marcel Broodthaers, Hugo Debaere, Chris Wilder, Hugo Debaere o Hein Jacobs.

Los grandes ausentes fueron los galeristas franceses, suizos y holandeses, reflejo de la situación que sufría el mercado de arte. Destacó la presencia de tres galerías australianas –Annadale Galleries, Greenaway Art Gallery y Gabrielles Pizzi– y los galeristas portugueses.

Los otros países que se congregaron en la feria fueron: Alemania, Argentina, Colombia, Costa Rica, Finlandia, Gran Bretaña, Holanda Italia, Letonia, México, Suiza, Uruguay, EE.UU. y el mismo país anfitrión.

Uno de los hechos que caracterizó al certamen fue el robo de la escultura «Recuerdos de mi abuelo en el desierto», de Javier Tudela, valorada en 250.000 euros. La pieza pertenecía a la colección expuesta por Endesa y se encontraba vigilada por un agente de seguridad. Y aunque no es la primera vez que se producían robos en ARCO, sí es curioso el hecho de que tuviera lugar mientras que la feria se encontraba abierta.

Además, tuvo lugar la presentación de los resultados del II Premio Nacional de Grabado, que convocaba la Calcografía Nacional-Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Este será el último año que se celebre en la Casa de Campo, ya que la feria volverá a establecerse en el recinto de Juan Carlos I, como en 1993, debido a los problemas de espacio y a las quejas de los galeristas.

En el sector titulado «FotoARCO´94» se presentó «Recorridos fotográficos», donde se expusieron 140 fotografías de artistas nacionales e internacionales como Bernand Plossu, Miguel Trillo y Ouka Lele.

En el programa de actividades complementarias, durante el certamen se presentó «Esto no es una manzana», en la Fundación Carlos de Amberes, que reunió las obras de 20 artistas belgas contemporáneos, al hilo del país invitado.