Banksy planta a Steve Jobs en un campamento de refugiados

El Ayuntamiento de Calais conservará la obra del grafitero más enigmático y cotizado

CORRESPONSAL EN LONDRES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El artista y activista inglés Banksy, el grafitero más enigmático y cotizado del mundo, ha pintado a Steve Jobs en un muro del Campamento Jungla de Calais, donde desde el verano sobreviven en chabolas de plástico unos 6.000 inmigrantes que quieren cruzar el canal y llegar al Reino Unido. Banksy, que ha dejado otras dos pintadas en la ciudad costera francesa, ha reconocido su autoría en su web oficial. Allí explica que se trata de un alegato político a favor de los refugiados. Como siempre le sirve además para hacerse publicidad, algo que borda. Hace solo unos meses dio mucho que hablar con una versión paródica de Disneylandia, llamada «Dismaland».

Hijo de un inmigrante sirio

En la explicación de su trabajo, el artista recuerda que, aunque el genio de Apple fue adoptado por la familia Jobs, en realidad era hijo biológico de un inmigrante sirio, Abdulfattah Jandali: «Solemos creer que la emigración exprime los recursos del país, pero Steve Jobs era el hijo de un emigrante sirio. Apple es la compañía con más beneficios del mundo, paga unos 7.000 millones de dólares en impuestos y solo existe porque ellos dejaron entrar a un joven que venía de Homs», escribe.

En el muro, rodeado de precarias chabolas, Banksy ha pintado a un Jobs de tamaño natural, que lleva un macuto y un viejo ordenador Macintosh de primera generación. La imagen se basa en la conocida foto tomada por Albert Watson, que sirvió de portada para la excelente biografía oficial que escribió Walter Isaacson.

Otro de los grafitis está frente a la playa y muestra a un niño que mira en dirección a Gran Bretaña con un catalejo sobre el que se posa un buitre. El tercero es una revisión del famoso cuadro de Gericault «La balsa de la Medusa», con los náufragos pidiendo esta vez auxilio a un yate de lujo que pasa al fondo.

Las autoridades municipales de Calais han aclarado que conservarán y protegerán las obras. «Son muy buenas y tienen mucho mensaje», valoró la alcaldesa, Natacha Bouchart. Los galos han estado más vivos que el ayuntamiento costero inglés de la pequeña población de Clacton-on-Sea, que el año pasado borró un Banksy que ironizaba sobre la xenofobia pensando que se trataba de una pintada racista. La obra se estima que habría valido 50.000 euros.

Aunque «Banksy es un enigma, se sospecha que se trata de un treintañero de Bristol, alto, delgado y rubio, antiguo aprendiz de carnicero y cuyo nombre real sería Robert Banks. Actúa principalmente en el Reino Unido y Nueva York desde comienzos de los noventa y ha pasado de los muros suburbiales a los de los museos. Por algunos «murales» se han llegado a pagar dos millones de euros. Cuenta con web, oficina de prensa, marchante y celebra muestras antológicas en salas de élite. Sigue fiel a su mensaje político izquierdista y contestatario, pero algunos críticos señalan la incongruencia entre sus proclamas en las paredes y lo bien que se ha integrado en las dinámicas más mercantilistas del arte.

Ver los comentarios