Arias Cañerte, ante el Parlamento Europeo. :: THIERRY CHARLIER / AFP
Economia

Los socialistas europeos desoyen al PSOE y salvan a Arias Cañete

El PPE había advertido de que si el exministro no era elegido comisario de Clima y Energía, la futura Comisión Juncker quedaría bloqueada

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Era mucho lo que estaba en juego y, al final, pese a los muchos dimes y diretes y amenazas de bloqueo, imperó la gran coalición entre el PPE y el S&D. El discutido Miguel Arias Cañete será el séptimo comisario español y el próximo titular europeo de Acción Climática y Energía en la Comisión que liderará Jean-Claude Juncker hasta 2019. Así lo dijo ayer el Parlamento Europeo y así será desde el 1 de noviembre. Cañete, que vio peligrar su elección días atrás, superó con cierta suficiencia la votación de las comisiones de Industria y Medio Ambiente gracias al apoyo de la gran mayoría de los socialistas europeos. Europeos, que no españoles, porque las dos representantes de la delegación del PSOE (Iratxe García, la líder, y Soledad Cabezón) votaron en su contra. «Hoy Cañete tiene una gran falta de credibilidad en Europa porque sólo le ha apoyado el 40% de los europarlamentarios», censuró García ante el alborozo del PP, que tacha de ridículo el «papelón» que el PSOE ha hecho dentro de su propio grupo.

Todo discurrió según lo previsto. Hubo dos preguntas. En la primera, se cuestionó sobre «si el candidato es adecuado para el trabajo de comisario» (83 síes, 42 noes y 3 abstenciones); y en la segunda, sobre si era adecuado para la cartera en concreto, recibió 77 apoyos, 48 noes y 3 abstenciones. La votación fue secreta, lo que dio cierto margen de maniobra a aquellos parlamentarios que no querían ver su voto asociado al de Cañete, sin duda el aspirante más cuestionado por su declaración de intereses o por sus declaraciones machistas. Anoche, como viene siendo tónica general, el exministro eludió hacer declaraciones a los medios.

Rajoy contento, Bratusek cae

El horizonte para Miguel Arias comenzó a despejarse la noche del lunes, cuando la Comisión Jurídica avaló la modificación que hizo de su declaración de intereses horas antes de su audiencia para incluir un sobresueldo del PP. Entonces, los populares comenzaron a respirar. El problema de la gran coalición, pese a todo, ya no se llamaba Cañete. «Estamos muy contentos y satisfechos porque es la cartera que queríamos», se felicitó ayer desde Milán el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Si caía Cañete y, por este orden de votación, lo hacía el socialista Moscovici, el popular Katainen y el socialista Timmermans, tres de los grandes pesos pesados del futuro Ejecutivo de Bruselas. La que sí cayó fue la vicepresidenta de Unión Energética, la eslovena Alenka Bratusek (es de los liberales de ALDE). Iba a ser la 'jefa' del español, pero ahora, Eslovenia deberá nombrar a otra candidata. Eso sí, que nadie espere que Cañete vaya a ser ascendido a la vicepresidencia.