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Una mirada compartida

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Desde sus pantallas luminosas el Gobierno local proclama a los cuatro vientos que la ciudad sonríe, está limpia y funciona. Para la oposición, el abandono es manifiesto y no dan una derecha. Horeca dice que la Vuelta ha sido un rotundo éxito y los hosteleros que fue un visto y no visto. Los bloques, a pesar del descontento, siguen acumulándose a los pies de las murallas. Nuestros munícipes se obstinan en hacer de ésta una ciudad de ocio y poesía, capaz de atraer un turismo tranquilo y familiar; mientras los jóvenes reclaman actividades nocturnas más acordes a sus apetencias y los vecinos defienden el derecho al descanso. Hay quienes entienden que no podemos vivir sólo de turistas y que se han de diversificar las fuentes productivas si queremos garantizar el empleo. Así, sin el rumbo marcado y el timón a merced del pasaje, complejo resulta llegar a buen puerto.

Hace unos meses tuve la oportunidad de participar en algunos de los coloquios que, como estrategia para garantizar la Escucha Activa, constituyen la base del proceso de intervención comunitaria que -al igual que en otras localidades españolas- se desarrolla en la zona Sur de Jerez y que asesora el prestigioso Marco Marchioni. Se dieron cita allí representantes de lo que él denomina actores sociales en el territorio o lo que es lo mismo, de los colectivos ciudadanos, técnicos y responsables políticos de diferentes administraciones y servicios públicos, con la intención de describir la realidad sobre la que están interesados en intervenir, pero eso sí, de manera conjunta y coordinada. Sostiene la técnica aplicada que sólo el concurso de todas las visiones es capaz de garantizar el Conocimiento Compartido y que éste resulta imprescindible para definir un conjunto de acciones colectivas eficaces. Persiguen, en definitiva, el promover un escenario de entendimiento ciudadano y favorecer la cohesión social entre los mismos enseñándoles a gestionar la diversidad como una oportunidad de crecimiento individual y grupal. El proceso está llamado a modificar las actitudes y el tipo de relaciones que hasta hoy han venido manteniendo. De semejante dinámica han emanado los ETR o Espacios Técnicos de Relación en los que, a su vez, se gestaron las herramientas destinadas a hacer posible la programación y desarrollo de la intervención social; mesas de trabajo, protocolos de colaboración, agenda compartida de recursos, programa coordinado de acciones y espacios de encuentro y valoración, abiertos a toda la comunidad, entre otras.

Una mirada compartida es el lema que sintetiza el trabajo en el que se empeñan. Apostaría por un proceso similar para nuestra ciudad.