Alemania compromete su apoyo al ministro De Guindos como presidente del Eurogrupo

Mariano Rajoy y Angela Merkel sellaron ayer en Santiago de Compostela, la ciudad natal del presidente del Gobierno, una alianza para defender en Bruselas, y ante gobiernos socialistas como los de Francia e Italia, las políticas de austeridad y las reformas estructurales que han regido la política comunitaria desde el estallido de la crisis.

Durante su comparecencia conjunta en el segundo día de visita oficial a España, ambos mandatarios defendieron a capa y espada las medidas de consolidación fiscal como única fórmula para luchar contra la recesión. Han sido estas, insistieron tanto Rajoy como Merkel, las que han permitido a España sumar cuatro trimestres seguidos de crecimiento y empezar a crear empleo. El discurso de los dos dirigentes europeos se asemejó como dos gotas de agua. «Mi posición sobre la política de austeridad es la misma que cuando llegué al Gobierno. Hay que seguir con las políticas de consolidación fiscal y las reformas. España va a seguir haciendo reformas aunque a veces son duras y difíciles de explicar», aseguró Rajoy. «Coincido con el presidente español», respondió su invitada inmediatamente después.

El primer efecto tangible de este reforzamiento del eje Madrid-Berlín será el nombramiento del ministro español de Economía, Luis de Guindos, como presidente del Eurogrupo, el consejo consultivo que reúne una vez al mes a los ministros de finanzas de los socios de la zona euro con los responsables del Banco Central Europeo y de la Comisión. La canciller anunció que su país apoyará su candidatura, lo que en la práctica, y salvo un veto de última hora por parte de socios de máximo nivel como Francia o Italia, da prácticamte por cerrada y segura su elección.

Con De Guindos el Ejecutivo de Berlín se asegura colocar al frente del Eurogrupo a un defensor de los postulados económicos impulsados por Alemania. Merkel lo dejó claro cuando lo alabó por ser «un excelente ministro de Economía en España en tiempos difíciles» y por su capacidad para trabajar junto a su homólogo alemán, Wolfgang Schaeuble.

El Gobierno se apunta con esta decisión una victoria después de haber peleado en Bruselas durante meses por el nombramiento de su titular de Economía. Con un español al frente del Eurogrupo, se aspira a recuperar parte del prestigio y la influencia perdidos durante la crisis a la vez de borrar la imagen de ser uno de los países 'enfermo de Europa'.

No obstante, De Guindos deberá esperar aún diez meses para tomar posesión de su nuevo cargo. No lo hará hasta que expire el mandato del holandés Jeroen Dijsselbloem, también en su día aupado al puesto con el respaldo de Alemania, que entonces lo prefirió por delante del español. Aunque se había barajado la posibilidad de que Dijsselbloem dimitiese o fuera forzado a hacerlo tras un año y medio salpicado por varias polémicas, la canciller alemana fue ayer explícita al asegurar que el apoyo al ministro español se materializará una vez concluya el «plazo» del actual presidente del Eurogrupo, no antes.

Apuesta por Arias Cañete

La buena sintonía con Angela Merkel no le ha servido en cambio a Mariano Rajoy para que la canciller apoye en Santiago de Compostela de forma explícita la candidatura de Miguel Arias Cañete para dirigir una de las carteras de peso en el nuevo Ejecutivo comunitario.

Rajoy se ha jugado las posibilidades de España a una sola carta y ha propuesto a su exministro de Agricultura y Medio Ambiente y actual eurodiputado como único candidato a comisario. Su elección está en el aire y la falta de un apoyo decidido por parte de Alemania no mejora las aspiraciones españolas. En contra de Arias Cañete pesa el rechazo hacia él de los socialistas europeos, que no le perdonan las afirmaciones que realizó sobre su rival en las pasadas elecciones europeas, Elena Valenciano. Tras el duelo que ambos protagonizaron en televisión, Arias Cañete afirmó que «el debate entre un hombre y una mujer es muy complicado» porque, «si haces un abuso de superioridad intelectual, parece que eres un machista y estás acorralando a una mujer indefensa». Ayer Merkel, que gobierna con los socialistas alemanes en una gran coalición, se limitó a señalar de forma esquiva que cada país es libre de proponer sus candidatos.

Conexión energética

Al margen de nombramientos, la alianza entre Madrid y Berlín también se plasmó en la defensa que Merkel realizó de la reivindicación española para crear una conexión energética que una la península ibérica al continente. Para España supondría el poder vender su remanente en el mercado europeo. Más importante aún sería para los países del este de la UE abrir una nueva ruta de suministro de gas africano por occidente, algo que les permitiría dejar de estar a merced de Rusia en el abastecimiento. El principal escollo para lograr este objetivo es Francia, aunque ahora Alemania podría presionar a París para que desbloquee el proyecto.

Tras dos días en Santiago, Merkel y Rajoy reforzaron los lazos que les unen más allá de sus afinidades ideológicas. La cercanía que ambos mostraron y la coincidencia de planteamientos anticipan que formarán un bloque sólido en Bruselas. Más allá de las medidas concretas, el presidente español pudo sacar pecho de la mejora económica mientras que la canciller pudo poner a España como ejemplo de que las recetas económicas que siempre ha defendido comienzan a dar resultados.