Editorial

Distinción

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Se ha desatado una fuerte polémica por la elección de Messi como mejor jugador del Mundial 2014, tras haber perdido Argentina la final ante Alemania en Maracaná. El astro de la albiceleste solo ha mostrado su indudable clase en alguna jugada aislada. Por ello, no le han faltado críticas desde todos los rincones del planeta, pese a que más de uno asegura haber adivinado en su rostro desazón y amargura, consecuencia innegable de sus problemas físicos. Y es que, pese a no tener la culpa de que le hayan otorgado tan valorada distinción en detrimento de Müller, James, Neymar o Robben, el Balón de Oro pierde credibilidad.