Editorial

Las barbacoas del Trofeo se extinguen

Las restricciones impuestas a esta celebración en la playa Victoria han contribuido a reducir la afluencia de público y a iniciar el camino hacia su desaparición

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Lo que empezó como un llamamiento para batir un récord Guiness terminó por convertirse en un quebradero de cabeza en materia de seguridad y medioambiental. Las barbacoas del Trofeo Carranza están llamadas a su extinción después de una década de masificación y botellón consentido. El Ayuntamiento de Cádiz abrió la veda hace algo más de diez años cuando hizo un llamamiento para llenar la playa Victoria de gaditanos la noche de la final del Trofeo alrededor de una barbacoa. Esta tradición se hacía antes sin levantar tanto revuelo, pero la situación se desmadró cuando en 2005 se juntaron en la playa 250.000 personas, muchas de ellas venidas de la provincia de Sevilla. La tradición se tornó en algo incontrolable, que necesitaba de un fuerte dispositivo de seguridad y limpieza. Las barbacoas del Carranza pasaron a ser un botellón en la arena hasta altas horas de la madrugada. Fue la Demarcación de Costas la que encendió la luz de alarma en 2007 al advertir que la masiva concentración de personas ponía en serio peligro el equilibrio medioambiental al detectarse carbón en numerosos puntos de La Victoria y en el agua. Fue entonces cuando el Ayuntamiento de Cádiz inició las restricciones. Este año, por cuarta vez, se mantendrá el mismo espacio reducido para celebrar las barbacoas, lo que resta afluencia. La tradición degeneró al ocupar la playa pandillas de jóvenes que acotaban el terreno con enseres viejos. Se trata de una fiesta que deja más quejas que felicitaciones.