CÁDIZ

Condenas a la baja por un alijo frustrado en el río Barbate

Un conocido traficante local, apodado 'el Chispas', acepta tres años y ocho meses de cárcel y anuncia la petición del indulto para frenar su ingreso en prisión Los narcos explotaban con impunidad esa entrada fluvial

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Los colectivos antidroga no sólo se lamentan de los agujeros que se abren en el muro costero que debe frenar la entrada de droga por la provincia de Cádiz. Su demanda, ya vieja, es que el tráfico de hachís se castigue con más dureza en el Código Penal para que el negocio deje de ser atractivo, sobre todo en tiempos de crisis. El marco legal en el que se mueve el delito contra la salud pública, en la modalidad de hachís, no deja mucho margen para esa reivindicación ya que es una sustancia que la legislación española considera que no causa un grave daño como la cocaína. Sólo la aplicación de circunstancias agravantes como la notoria cantidad de la mercancía intervenida o que se trate de una organización posibilitan aumentar las condenas, pero rara vez superan los seis años.

Una reciente sentencia dictada por la Audiencia Provincial, sobre unos hechos que ocurrieron precisamente en uno de los ríos de la droga, el Barbate, fija penas que no superan los cuatro años. Dos de los procesados, además, anunciaron que solicitarían el indulto ante el Ministerio de Justicia para evitar regresar a la cárcel. Uno de ellos es un conocido traficante local de Barbate: Juan Manuel Ruiz, alias 'el Chispas' o el Duque como lo comenzó a llamar la Guardia Civil en 2010 en recuerdo del personaje de ficción de una conocida serie española. De él dibujaron el perfil de un joven que había empezado desde bien temprano a coquetear con la droga como vehículo de ganancia. Hacía gala años atrás de tener la cartera bien engrasada sin oficio ni beneficio legal reconocido. Sin embargo, las sucesivas detenciones, aseguran otras fuentes ajenas al Cuerpo Benemérito, lo han dejado sin brillo en la billetera.

En febrero de 2012, un agente del Servicio Marítimo de la Guardia Civil recibió una información acerca de una operación de entrada de droga por la costa barbateña en la que iban a participar Antonio Miguel Estévez, el 'Colilla', y el 'Chispas'. Ambos son conocidos por los agentes del EDOA (equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga) de la Guardia Civil de Cádiz. Juan Manuel Ruiz, que ahora tiene 28 años, había sido detenido con anterioridad hasta en tres ocasiones por el mismo delito.

El chivatazo que recibió la Benemérita señalaba como lugar de entrada de los estupefacientes el río Barbate. En el relato de los hechos que consta en la sentencia dictada por la Sección Primera de la Audiencia Provincial, se detalla cómo sobre las 16 horas del 21 de febrero de 2012, el Chispas, otros tres procesados en esta causa y dos personas más que no habían podido ser identificadas, botaron una embarcación recreativa de fibra de vidrio de menos de seis metros de eslora, que salió por la desembocadura del Barbate hasta mar adentro.

La botadura se realizó a la altura de la depuradora donde Costas había instalado hace una década la valla flotante que debía controlar la navegación por este punto sensible de la costa. Sin embargo, al igual que en el Guadarranque, los sabotajes destrozaron ambos dispositivos al poco tiempo de entrar en funcionamiento y los ayuntamientos no asumieron el coste del mantenimiento como estaba contemplado en los convenios suscritos en su día. En Barbate, su regidor Rafael Quirós se declaró en contra de la barrera y entre otros argumentos aseguró a algunos medios de comunicación que daba mala imagen a la localidad. Hoy en día no quedan ni los restos de la estructura metálica flotante.

En la causa judicial recientemente resuelta por la Audiencia, la entrada de la droga estaba prevista por el río después de que la embarcación recogiera los fardos en Marruecos y los fondeara en las proximidades del Faro de Trafalgar. Se trata de un mecanismo habitual de ocultación de la droga hasta que se entrega a los compradores.

Emboscada

Sobre las siete de la mañana del 22 de febrero, los narcos tenían previsto alijar la droga por el río Barbate, pero una patrullera de la Guardia Civil los esperaba en la desembocadura. La embarcación de los narcos trató de esquivarla y la golpeó en tres ocasiones. En la última embestida, el patrón salió disparado y cayó al agua; mientras que su lancha colisionaba contra las rocas. Un agente del Servicio Marítimo resultó herido en la emboscada que habían preparado a los narcos, la cual logró frustrar la entrada de la droga.

Nueve personas, entre ellas el 'Chispas', fueron detenidos y la mayoría de ellos enviados a prisión. Los agentes pudieron recuperar 664 kilos de hachís con un valor en el mercado negro superior al millón de euros.

El pasado 24 de marzo estaba fijada la vista oral, la cual no se celebró. La Fiscalía Antidroga y las defensas alcanzaron un acuerdo. Los acusados reconocían los hechos y la fiscal reducía las penas solicitadas. Sólo tres de los nueve procesados habían sido arrestados in situ durante el alijo. De inicio, el Ministerio Público pedía penas de entre cinco y ocho años. Finalmente, el abanico de condenas quedó entre cuatro años y multas de 4.000 euros. El 'Chispas' aceptó una pena de tres años y ocho meses; si bien su defensa anunció la petición de indulto para que se le conceda la suspensión de la ejecución de la pena hasta que resuelva el Consejo de Ministros. Es su segunda condena.