Rajoy «entiende» a los ciudadanos que han dejado de votar al PP

Mariano Rajoy realizó ayer en Bruselas su primera valoración pública de la agridulce victoria que obtuvo el PP en las elecciones del domingo, en las que consiguió dos diputados más que el PSOE, pero perdió 2,6 millones de votos con respecto a los anteriores comicios europeos de 2009. «Entiendo a aquellas personas que en su día nos dieron su confianza que ahora nos la hayan retirado, pero vamos a seguir trabajando con toda la intensidad de que seamos capaces para recuperar la confianza», comentó el presidente del Gobierno antes de participar en una reunión del Partido Popular Europeo en Bruselas.

Pese a que María Dolores de Cospedal anunció anteayer un plan de dinamización del Gobierno y del partido de cara a las autonómicas y municipales del año próximo, Rajoy frenó en seco cualquier especulación sobre una crisis inminente en su Gobierno. Destacó que su Ejecutivo «ha trabajado muy bien, lo ha hecho con gran intensidad y en una situación muy complicada».

El máximo dirigente del PP coincidió con Cospedal en ponderar la victoria lograda por su partido en un contexto muy difícil tras dos años y medio de mandato en los que ha puesto en marcha severos ajustes y reformas muy complejas «que no habrán gustado a mucha gente». Insistió en que estas medidas siempre las tomó pensando en el interés general. Unos esfuerzos que, a su juicio, no serán en balde y que comenzarán a dar sus frutos en lo que resta de legislatura.

En cuanto a la polémica sobre si los resultados del domingo auguran el fin del bipartidsmo, recalcó que en España ganó el PP, seguido del PSOE. «Y los países -subrayó Rajoy- donde hay más estabilidad política y al final más progreso y más bienestar, son los países donde hay grandes partidos moderados y centrados». Puso como ejemplo lo que ocurre en Alemania, donde la CDU de Angela Merkel gobierna con el apoyo de sus grandes rivales, los socialdemócratas del SPD.

Horas antes de su viaje a Bruselas, el jefe del Ejecutivo recibió en la Moncloa al expresidente de Francia Nicolas Sarkozy y conversó con el actual inquilino del Elíseo, François Hollande; con la canciller de Alemania, Angela Merkel, y con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para analizar el resultado de las recientes elecciones al Parlamento Europeo. Rajoy planteó la necesidad de que los problemas de los ciudadanos sean una absoluta prioridad dentro de una Europa eficaz y eficiente para todos los europeos, según informaron fuentes de Moncloa.

Reparto de vicepresidencias

El líder del PP tendrá que emplearse a fondo en su negociación con el resto de formaciones conservadoras del continente de cara al reparto de cargos, tanto en la Mesa del Parlamento Europeo como en el propio grupo parlamentario. El PP español ha pasado de ser el segundo partido en importancia dentro los populares europeos -sólo superado por los democristianos alemanes-, al cuarto, debido a que los conservadores de Polonia y de Italia han logrado mejores resultados en estas elecciones.

Fuentes populares con experiencia en las instituciones europeas apuntan a que la formación de Rajoy tendrá que optar entre entrar en la lucha por una vicepresidencia del Parlamento -hay 14- o la portavocía del Grupo Parlamentario Popular.

Obviamente, los socialistas, liberales y otros grupos con representación en la cámara europea también entran el reparto de estos puestos. Las fuentes consultadas consideran que PP y PSOE tienen muchas posibilidades de quedarse sin vicepresidencias, no así Izquierda Unida, que sería la único partido español en la cúpula de Estrasburgo.

Contar con una alta representación en Estrasburgo es clave a la hora de presentar las resoluciones que, posteriormente, aprueba el Parlamento Europeo. Los populares españoles lo consideran un asunto capital para, por ejemplo, frenar cualquier intento de grupos que estén a favor de la consulta soberanista en Cataluña de plantear esta debate ante las instituciones comunitarias.